Valencia

El Grupo de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional adscrita a la Generalitat Valenciana ha intervenido tres pinturas que se atribuían a Diego Velázquez y Tiziano, unas falsificaciones que habían salido al mercado por un valor de 45 millones de euros en Santander.

Los cuadros son propiedad de un particular, afincado en Santander, que declaró que las obras procedían de una herencia familiar y que siempre se han considerado como originales

La operación, iniciada el pasado mes de marzo, se ha desarrollado en colaboración con la Brigada de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Cantabria.

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En concreto, las obras recuperadas durante la operación son un autorretrato del sevillano Velázquez, que se vendía por un valor de 30 millones de euros; así como un retrato de Francisco Quevedo, cuya autoría se atribuía a Velázquez y que se comercializaba por tres millones de euros.

Además, los agentes han intervenido un "Ecce Homo", una pintura supuestamente del artista italiano Tiziano, que había salido al mercado por 12 millones de euros. Las tres falsificaciones se encuentran ya bajo custodia en las dependencias policiales de Valencia, según ha informado la Generalitat en un comunicado.

Los agentes junto a las obras intervenidas en Santander.

La Policía de la Generalitat inició una investigación después de detectar el pasado mes de marzo que estas tres obras se habían puesto a la venta por Internet.

Tras una consulta al Museo de Bellas Artes de Valencia, de titularidad estatal y gestionado por la administración autonómica, los expertos concluyeron que la calidad de dichas pinturas no responde de ninguna manera a las características mínimas que se precisan para cuestionarse como obras de artistas de la talla de Velázquez y Tiziano.

Los investigadores sospecharon desde el primer momento en el que tuvieron conocimiento de la venta, sobre del autorretrato atribuido al pintor de origen español.

su ficha en el Museo del Prado destaca que estudió y practicó el arte de la pintura en su ciudad natal, Sevilla, hasta cumplir los veinticuatro años, cuando se trasladó con su familia a Madrid y entró a servir al rey desde entonces hasta su muerte en 1660.

Gran parte de su obra iba destinada a las colecciones reales y pasó luego al Prado, donde se conserva. La mayoría de los cuadros pintados en Sevilla, en cambio, fueron a parar a colecciones extranjeras, sobre todo a partir del siglo XIX.

Los cuadros son propiedad de un particular que reside en la ciudad de Santander. El investigado asegurado a los agentes que las obras proceden de una herencia familiar y que siempre se han considerado como originales.

El propietario ha aportado el Permiso de Exportación Temporal con Posibilidad de Venta, expedido por la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico, dependiente del Ministerio de Cultura y Deporte, para intentar acreditar la autoría original de al menos una de las obras atribuidas a Velázquez.

No obstante, desde la Unidad de Patrimonio de la Policía de la Generalitat informan que la Junta de Calificación es un organismo consultivo que únicamente acredita si una obra puede venderse fuera de España o debe quedarse como parte del Patrimonio Nacional.

Por tanto, no se ha garantizado la autoría ni la autenticidad de este bien, según ha confirmado la Generalitat.