El Grupo de Rescate de Montaña de los Bomberos de Mallorca ha localizado este lunes 15 de julio el cuerpo sin vida de Edward Benedict, un excursionista americano, que se encontraba desaparecido desde el domingo por la tarde en Deià. El hombre, neoyorquino de 60 años de edad, falleció tras precipitarse por un acantilado.

El cadáver fue hallado en torno a las 10.35 horas en una zona abrupta conocida como el Camí dels Cingles de Son Rullan, que une Valldemossa y Deià, según informaron este lunes bomberos y Guardia Civil. Los compañeros de la víctima dieron la voz de alarma el pasado domingo, sobre las siete de la tarde, cuando el excursionista no acudió al punto de encuentro.

Una vez en la parte más alta, el hombre decidió adelantarse al resto del grupo, porque dijo que su familia le estaba esperando. Sus acompañantes realizaron el camino de vuelta más tarde, pero cuando llegaron a Deià, se encontraron con que Edward no había regresado.

Como publica el Diario de Mallorca, el grupo dio aviso a la central de emergencias de la desaparición del excursionista, lo que puso en marcha un operativo de búsqueda en el que participaban agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil y el Grupo de Rescate de Montaña de los Bomberos de Mallorca, con el apoyo de policías locales y personal de Protección Civil. Esta primera búsqueda se mantuvo hasta las tres de la madrugada, sin éxito. Este lunes con las primeras luces del día volvieron a salir en busca del hombre desaparecido.

Al lugar acudieron rápidamente los agentes del GREIM, que se encargaron de la inspección ocular del lugar antes de que el juez autorizara el levantamiento del cadáver. Según los primeros indicios y a falta de la práctica de la autopsia, el accidente se habría producido el mismo domingo por la tarde.

Al parecer el excursionista no encontró el camino que desciende por ses Cingles de Son Rullan y trató de destrepar por el acantilado hacia Deià, hasta que se encontró enriscado en un lugar de muy difícil salida y se precipitó al vacío, desde una altura de unos treinta metros. El hombre debió de fallecer prácticamente en el acto.