Dositeo es un nombre masculino de origen griego cuyo significado es 'legado' o 'don de Dios'. Hoy, en España, 450 hombres celebran su santo gracias a San Dositeo. 

En su juventud, San Dositeo ejerció la profesión de soldado, y mientras realizaba un recorrido por Tierra Santa, fue impresionado por un cuadro que representaba los tormentos del Infierno. Esta imagen fue el punto de partida de su profunda y radical conversión, convirtiéndose en monje Gaza.

Estando allí, fue un monje contemplativo que renuncia a la propia voluntad para ponerse en manos de Dios y que tiene un desprendimiento ejemplar respecto a las cosas de este mundo, sin sentir apego por nada, porque cualquier afición a personas u objetos era para él una atadura que le impedía estar completamente disponible en su espera del Cielo.

San Dositeo se nos aparece en una desnudez heroica de asceta negándose a apoyarse en nada humano, reducido a un manojo de ansias de vivir sólo para Dios y entrar en su eternidad sin el menor lastre de afectos relativos a esta tierra.

Hasta en el calendario ocupa un lugar humildísimo, de comodín, donde termina el mes de febrero, negándose incluso una fecha inamovible en la procesión de los días; porque él es quien rellena las veinticuatro horas supernumerarias de los años bisiestos, como aceptando privarse del retorno anual de la fiesta de todos los demás.

Este y otros santos son celebrados durante el 28 de febrero:

San Augusto Chapdelaine

San Gregorio de Narek

San Román