“La velocidad es el nexo común que tienen todos los accidentes en carretera. Luego sólo hay que añadir una distracción o consumo de alcohol o drogas”. Así explicaba el pasado martes el director de la Dirección General de Tráfico, Pere Navarro, algunas de las nuevas medidas que va a implementar el organismo. Navarro compareció durante más de tres horas en la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados, donde explicó los próximos planes de Tráfico: aumentar los controles de la Guardia Civil, instalar de cámaras de vigilancia y cambios en los controles con la utilización de furgonetas y radares de tramo para detectar mayor cualquier tipo de incumplimiento vial. Como novedad, algo inaudito, la señalización de 100 tramos de especial peligrosidad para motoristas.

La DGT ya tiene en marcha la colocación de 216 cámaras de vigilancia que permiten obtener imágenes en alta definición. “Antes se utilizaban para controlar el uso del cinturón y ahora nos sirven para detectar el uso indebido del teléfono móvil mientras se conduce”, declaró Navarro. “También la Guardia Civil ha adquirido una serie de furgonetas que permiten controlar a mayor altura si un conductor está utilizando un dispositivo móvil mientras conduce”.

Navarro también ha anunciado que muchos radares fijos pasarán a ser de tramo. “Estamos cambiando los radares fijos por los radares de tramo ya que la obtención de dos imágenes controladas por satélite nos permite detectar mejor un exceso de velocidad durante una distancia considerable”.

La gran novedad viene para uno de los colectivos más vulnerables de la carretera: los moteros. El comienzo de la desescalada se ha traducido en las carreteras en un aumento de la siniestralidad de las motos, algo que ya antes de la pandemia preocupaba a la DGT, que está intentando identificar los 100 tramos más peligrosos de la red viaria para estos usuarios.

Navarro resaltó que en el estado de alarma ha habido 27 días sin ningún fallecido en accidentes en las carreteras españolas. El director se refirió a las motos y ofreció algunos datos que muestran cómo la desescalada y el buen tiempo han influido en la siniestralidad del colectivo.

La mayoría de muertes

El fin de semana del 8 al 10 de mayo, de los dos únicos muertos en las carreteras, uno era motorista. Al siguiente fin de semana, fueron dos de tres. En el posterior fueron cuatro de cinco y en el último de mayo, tres de cinco.

"Tenemos un problema en el que nos debemos centrar", ha enfatizado Navarro, quien ha señalado que Tráfico está identificando los 100 puntos más peligrosos para unos usuarios que representan el 15% del parque y el 23% de los fallecidos.

Y no solo eso, porque el año pasado bajó el número de víctimas en todos los tipos de vehículos salvo en las motos. Navarro repasó las medidas llevadas a cabo en el estado de alarma, durante el que la DGT ha detectado un aumento de la velocidad, quizá porque al ver menos tráfico en las carreteras, el conductor pisa el acelerador.

De este modo, la DGT constató que mientras en circunstancias normales un 0,56% de los conductores son captados por el radar con exceso de velocidad, en el estado de alarma ha aumentado a un 0,78%, es decir un incremento del 39%.

Teletrabajo en la DGT

Navarro ofreció algunos datos relacionados con la afectación del estado de alarma en su departamento, como las anulación de 80.000 citas previas que los ciudadanos habían pedido en las jefaturas provinciales de Tráfico o los 1.500 empleados que han tenido que hacer teletrabajo.

En este último aspecto, Navarro no descartó que tras la evaluación que se está haciendo, se pueda consolidar en la DGT un día a la semana de teletrabajo. Respecto a los exámenes de conducir, recordó que 8.722 centros de autoescuelas se vieron afectados por su suspensión, toda vez que cada año se expiden unos 600.000 nuevos permisos.

Desde el 15 de marzo al 31 de mayo se han dejado de hacer 180.000 pruebas teóricas y 268.000 prácticas, con una plantilla de 829 examinadores. Ahora que con la desescalada se reanudan los exámenes en la fase 2, Tráfico ha consensuado unas instrucciones para dotar de seguridad a las pruebas, con el uso de guantes y mascarillas tanto del aspirante como del examinador y desinfección de los coches (también en las clases de las autoescuelas).

Por último, Navarro apeló a la buena voluntad de todos para que puedan adoptarse todas las medidas de seguridad y ha reconocido que puede haber problemas de déficit de examinadores en algunos puntos del país, por lo que estarán disponibles los 14 examinadores itinerantes con los que cuenta Tráfico. De todos modos, se ha han convocado este año 40 plazas para estos profesionales, para las que se han presentado 2.000 aspirantes.