Caballero, ¿a dónde va? Si ha salido a la calle en los últimos días es muy probable que un policía o guardia civil le haya formulado esa pregunta. Tenga la excusa clara y piense bien su respuesta. Están en juego, al menos, 100 euros de multa, ninguna broma. Voy a por tabaco. Respuesta válida, puede continuar.

Cuando el Gobierno anunció el estado de alarma por el coronavirus decretó el cierre de casi todos los comercios salvo aquellos que proveen artículos de primera necesidad. Entre las excepciones están los supermercados, farmacias, bancos, quioscos… y peluquerías y estancos. En seguida saltó la pregunta en la opinión pública: ¿Cortarse el pelo y fumar son servicios de primera necesidad?

El Gobierno explicó entonces que las peluquerías entraban en las excepciones por una cuestión de higiene, por aquellas personas mayores que no podían lavarse la cabeza sin ayuda. Aún así, a los pocos días se decretó también el cierre de peluquerías. Ahora la cuestión anterior se centra en los estancos. ¿Es el tabaco un producto de primera necesidad? La respuesta cambiará radicalmente según los vicios de la persona encuestada. 

Las ventas han caído

Son las 12 y media de la mañana en el centro de Madrid. En la calle de la Luna no están abiertas ninguna de las tres tiendas de cómics, ni el estudio de tatuaje, ni la tienda de esprays para grafiteros, ni la comisaría para renovarse el DNI… Pero el estanco sí. En su interior, Guadalupe despacha cajetillas de esa droga legal cada vez más cara que mantiene enganchados a un 23% de los españoles, según las cifras del INE y la Asociación Española Contra el Cáncer.

Guadalupe prefiere no mostrar su cara ante la cámara. J.S.

“Las ventas han bajado y mucho”, comenta a EL ESPAÑOL. “La gente se aprovisiona más. Vendo más cartones, pero la gente viene mucho menos. Todos lo de las oficinas de alrededor se han pirado, claro”. Además de a particulares, el estanco de Guadalupe también abastece a dos quioscos de la Gran Vía.

“Date cuenta de una cosa, si cierran el bar no hay problema, porque la cerveza la puedes comprar en el super. Pero si cierran los estancos, ¿dónde vas a comprar tabaco?”. La única alternativa serían los quioscos, pero estos también se abastecen aquí.

Guadalupe explica que mucha gente hace aprovisionamiento, pero hay otros que no. “Hay mucho listo que ve que cualquier excusa es buena para darse un paseo. Ya has visto al que acaba de salir, me ha dicho ‘hasta mañana...”.

¿Un mercado negro?

España no es el único país que sufre esta crisis sanitaria y tiene una cuarentena impuesta a sus ciudadanos. Francia e Italia también mantienen sus estancos abiertos mientras tienen a sus ciudadanos en casa y el grueso de las tiendas cerradas. En el caso de Francia, los estancos tienen permitido vender tabaco, pero se les ha prohibido la venta de bebidas. Pero, ¿por qué el tabaco sí?

Una explicación lógica la puede dar la historia. En enero de 1920 los Estados Unidos estrenaron su famosa “ley seca”, es decir, la normativa que prohibía la manufactura, venta y transporte de bebidas alcohólicas en todo el territorio nacional. Terminado el negocio legal, comenzó el ilegal. Las mafias se encargaron de abastecer lo que no se servía en bares ni tiendas. El crimen copó la oferta del alcohol, con todo lo que ello conlleva: corrupción, violencia, pillaje y guerra entre mafias.

Es difícil que surja en España un Al Capone del tabaco en pleno siglo XXI y con un virus acechando a todo ser viviente. Aún así el Gobierno ha preferido no arriesgarse. Mantener abiertos los estancos evita el efecto acopio y un posible aumento del comercio ilícito de cigarrillos, según explicaron a Europa Press fuentes del sector.

Si se hubiera producido un cierre generalizado y simultáneo de estancos y del canal de hostelería, donde está permitida la venta de cajetillas en las máquinas, se habría producido una "grave" situación de escasez y los fumadores habrían recurrido a comprar sus productos en otros canales ilegales.

Esta tesis la comparte el doctor Rodrigo Córdoba, experto en tabaquismo: "Prohibir la venta en estancos significaría una prohibición total de facto, ya que los bares y restaurantes están cerrados. ¿Qué pasaría? Seguramente surgiría un mercado negro y la gente lo conseguiría de manera ilegal".

La adicción al tabaco es muy fuerte, ya que la nicotina es la sustancia más adictiva que se conoce, más aún que la heroína. "El tabaquismo es una cuádruple adicción: física, social, psicológica y gestual. No se puede interrumpir de la noche a la mañana el suministro de tabaco", opina el doctor Córdoba. "Aunque haya campañas que pidan el cierre de los estancos, desde el punto de vista sanitario no es razonable pedir el cierre de los estancos en estas circunstancias. Produciría un gran malestar entre nueve millones de fumadores".

Aun así, el médico no pierde oportunidad de recordar las terribles cifras tras el tabaquismo. "Produce 50.000 muertos al año en España. El coronavirus no va a llegar a esa cifra ni de coña", explica. Asimismo expone otro dato muy de actualidad avalado por varios estudios: "Los fumadores tienen el doble de probabilidades de ingresar en la UCI por coronavirus que los no fumadores". 

‘Teletabaco’ a domicilio

Bien entrado el mediodía, la calle Montera está irreconocible. Continúan las eternas obras de la estación de Gran Vía, que ocupan casi toda la acera de los últimos metros de la calle. Esta vía, tristemente célebre por ser un foco de prostitución callejera, está desierta este martes. Las chicas hace días que dejaron la calle por orden de las autoridades, según cuenta Dani, el estanquero.

Su relato es muy similar al de Guadalupe: las ventas han bajado mucho. "A lo mejor entra un cliente a la hora", explica. Por eso este estanco, que habitualmente abre hasta la las 3 de la mañana en fines de semana, ahora cierra a las 21 horas. Nadie compra ya tabaco de madrugada. De igual manera, la gente ha tendido aprovisionar y comprar mayores cantidades para reducir así el número de veces que bajan a comprar.

La fachada del estanco de Montera 32. J.S.

“Lo que sí a aumentado es la venta a través de Glovo y Deliveroo”, cuenta la encargada del estanco de Gran Vía con la calle Silva. Este establecimiento abre las 24 horas del día y, como todos los demás, también ha bajado drásticamente sus ventas. “En 25 años que llevo trabajando en estancos, esto no lo había visto en mi vida”.

Lo que no es nuevo, explica, es que algunos clientes hagan uso de las plataformas de comida a domicilio para conseguir tabaco puesto en la puerta. “Ya pasaba, pero ahora mucho más”. Los riders lo corroboran. “Sí, es cierto. Hay mucha más demanda”, cuenta Alfredo, que trabaja para Glovo y Ubereats.

“Yo no reparto con Glovo pero sí es verdad hay mucha gente pidiendo tabaco”, explica José, otro rider habitual del centro de Madrid. “Incluso he visto facturas de gente que pide comida, por ejemplo al KFC, y pone una nota diciendo que le compren tabaco y ellos se lo pagan en su casa. Así no pagan dos envíos”.

Pese a este aumento del teletabaco, las ventas se han desplomado en los estancos visitados este martes. La estanquera de Gran Vía apenas vende a taxistas, buseros y policías. Los turistas que suelen abarrotar su tienda brillan por su ausencia desde que España está bajo estado de alarma. “Vienen los taxistas y me dicen ‘pues he hecho una carrera…’. Eso, una", lamenta. De momento este estanco no tiene previsto recortes de sueldo ni de plantilla, ni un temido ERTE. “Pregúntame dentro de 15 días a ver si seguimos así…”.

Este establecimiento se solidariza con aquellos que seguimos trabajando en la calle y regala agua a policías, la UME, sanitarios, limpiadores y también a los informadores. Así lo anuncia un cartel a las puertas del establecimiento.

Cartel en un estanco de la Gran Vía. J.S.

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