La reflexión de la periodista y escritora Mónica Carrillo se ha hecho viral en las últimas horas por su dureza, pero también por suponer un reconocimiento a los profesionales sanitarios y toda una lección de vida. La presentadora de Antena 3 Noticias Fin de Semana está pasando por un momento de duelo al haberse tenido que despedir de una amiga que llevaba días en la UCI tras haber sufrido un ictus y a la que finalmente ha tenido que decir adiós.

El ictus es la segunda causa de muerte en España, la primera en mujeres, y es el causante principal de discapacidad adquirida en la población adulta y la segunda de demencia. La Sociedad Española de Neurología (SEN), calcula que cada año 110.000-120.000 personas sufren un ictus en nuestro país, de los cuales un 50% se quedan con secuelas discapacitantes o fallecen. Cada 29 de octubre se visibilizan los accidentes cerebrovasculares para tratar de difundir su prevención e identificación de los síntomas entre la población.

Carrillo pedía "licencia para hablarles de algo personal" antes de ponerle palabras y soltar a bocajarro lo que seguramente le estaba oprimiendo interiormente este domingo, horas antes de tener que ponerse de nuevo ante las cámaras. Contaba que había ido a ver a una amiga "que lleva varios días sedada en la UCI tras haber sufrido un ictus con derrame cerebral" y confesaba que cada vez que entraba en un hospital tenía "la misma sensación". 

"Intenten ser felices"

Una sensación que tiene que ver con el rechazo a un mundo que "no es agradable de ver" porque es ahí donde la muerte hace de las suyas, saliendo del hospital "resignada y esperanzada". No obstante, la esperanza se esfumó cuando le dijeron que había muerte cerebral. Hablando de "injusticia" para ella y para su entorno, ha querido lanzar un mensaje de agradecimiento a los sanitarios "por su profesionalidad y cariño" y otro "para todos, también para mí":

"Preocupémonos por lo importante", ha escrito Mónica Carrillo, observando que es necesario priorizar "nuestros motivos de angustia porque cuando la vida golpea no suele avisar". "Vivan, intenten ser felices y hacer felices a quienes les rodean", ha concluido, pidiendo "disculpas por el desahogo" en un hilo que va camino de las 30.000 reacciones. Muchas de ellas, aunque parezca mentira, de negacionistas y también de tuiteros sacando a colación a Ayuso y el colapso de la sanidad madrileña. Afortunadamente, la sensatez y la empatía siempre acaban saliendo a flote e inspirando otros comentarios más afortunados, como estos:

Horas, después de su publicación, Carrillo ha querido agradecer el respaldo:

"Gracias por la respuesta tan cariñosa a mi desahogo. Es reconfortante", ha tuiteado.

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