A estas alturas de la película conocerán de sobra a José Eugenio Arias, el conocido como hostelero antirrojos, que regenta el Asador Guadalmina en Marbella. Un local que es una oda al patriotismo español en sí mismo, con banderas de España en cada rincón, y también un escarnio contínuo a la izquierda, con múltiples mensajes en contra del Gobierno de Pedro Sánchez. Ahora, harto de que lo acusen de explotador, ha querido presentar a su plantilla para que cuenten su experiencia con él como jefe.

A Arias le cerraron otra vez su cuenta de Twitter hace un par de semanas, pero acaba de hacerse otra en la que supera ya el millar de seguidores. A través de esta red social ha difundido el fragmento de un vídeo en el que se presentan algunos de sus trabajadores: "Buenas noches, queridos rojillos", empieza diciendo el hostelero, dirigiéndose a "todos aquellos que me estáis criticando públicamente con esa miseria de que soy un explotador y maltrato a mis empleados".

En concreto, Arias hace referencia a las críticas surgidas después de que se hiciese viral un cartel que cuelga en su local en el que reitera el mensaje de que las personas que perciben el salario mínimo no quieren trabajar y por eso no encuentra personal durante el mes de agosto, una de sus quejas más comunes en sus intervenciones mediáticas. Asimismo, en el mismo texto difunde el bulo de las ayudas a las personas migrantes.

"Todo muy creíble"

"Os quiero dar ejemplo", anuncia el hostelero antirrojos antes de precisar que "somos 27, esta es una pequeña parte, los que estamos en el cierre" y presentar a Cristina, que lleva casi 4 años trabajando en el asador. Ella relata que ha sido madre y pidió una reducción de jornada que se le facilitó, pero ahora en agosto el jefe le solicitó que arrimase el hombro por la escasez de personal y ella no se lo pensó en agradecimiento al trato recibido anteriormente, dice.

Toni es rumano y lleva 20 años en el negocio, precisando que "en los dos últimos años lo he pasado muy mal, he expuesto mi situación persona y me aceptaron una situación igual que la de mi compañera. Si hay alguien que quiere decir mentira, que lo diga", concluye para defender a su jefe de las acusaciones. También habla Juan, procedente de Cuba, que constata que "no he tenido problema cada vez que he necesitado cualquier cosa" y ua cuarta camarera marbellí llega incluso a relatar que José Eugenio le ha dejado una vivienda encima del asador para ella y sus hijas:

El vídeo, que el hostelero compartió el pasado miércoles, ya ha superado las 26.000 reproducciones y ha servido para cosechar aplausos del sector de la derecha. Entre ellos, alaban al hostelero y prometen visitar el local en cuanto tengan la oportunidad. En cambio, al otro lado ideológico, el mensaje de jefe ejemplar parece que no ha terminado de cuajar y creen que el personal del asador no hablaría igual de José Eugenio si este no estuviera delante:

Sin duda, parece que al hostelero le sale a cuenta cada una de sus apariciones y las novedades que va incorporando en su local. ¿Las últimas? Una foto de Sánchez en los urinarios para miccionar sobre la cara del presidente y un felpudo con las fotografías del socialista y el Consejo de Ministros en pleno.

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