Lo del comienzo de este 2019 pasará a la historia como una de las grandes conspiraciones para acabar con la humanidad. Netflix y una youtuber japonesa que está empeñada en convencernos de que no hay felicidad sin orden, Marie Kondo, se han aliado en el peor momento posible: cuando la gente común se entrega a sus propósitos de año nuevo. Una charca de vulnerabilidad a que se han lanzado como buitres dejando numerosos cadáveres por el camino.

"¡Qué exageración!", podríais estar pensando. Pero nada más lejos. En realidad, me estoy quedando corta. Esta gurú, de la que ya os hemos hablado en EL ESPAÑOL, es un lobo con piel de cordero. Bajo su apariencia frágil y su sonrisa cuqui se esconde un arma de destrucción masiva. Desde que la plataforma ha estrenado su serie, donde 'ayuda' a familias estadounidenses a ordenar, muchos han querido seguir sus consejos y los estragos no se han hecho esperar.

Comenzaremos por el principio. Esta es Marie:

¿Parece una dulzura, verdad? Un ángel caído del cielo que vendrá a ayudarnos a ordenar las toneladas de basura que hemos ido acumulando en nuestra casa. Primer error: ella no recoge, te da órdenes. O sea, que es como una especie de Señor Lobo, que a todo el mundo le parece increíble y, en el fondo, el marrón te lo estás comiendo tú. Si al menos fuera como Mary Poppins las cosas se recogerían solas haciendo un chasquido con los dedos, pero no, te va a tocar a ti. Y lo vas a hacer. Por miedo.

Imagina, un buen día llaman al timbre de tu casa -sin avisar ni nada, con los platos sin fregar desde hace semanas y pelusas por el pasillo que podrían servir de decorado para un Spaghetti Western, vamos, que a una persona normal le daría tanta vergüenza que no abriría-, pero abres y es ella. Podría decir: "¿quién es el dueño de esta pocilga?"; pero no. En cambio, la reconocerás porque, además de tener un físico peculiar e ir acompañada de una traductora, pega unos grititos muy ridículos en el umbral de las puertas para saludar.

Total, que le empiezas a enseñar la pocilga casa en la que vives. Excusándote todo el rato: que si trabajas mucho, que si no tienes tiempo, que si los niños, que si tu marido, que si tu mujer... Vamos, que quede claro que tú eres ordenadísimo pero el cosmos tenía otros planes para ti. Que vas a salir por la tele y queda feo ser el guarro de la familia. Una cosa que hay que reconocerle a la Kondo es que, vea lo que vea, no pierde la sonrisa.

Ni el Diógenes más heavy la perturba. Podría estar mascullando: "qué pedazo de casa de cerdos es esta"; pero como es todo sonrisa, pues ni te enteras. Que muy correcta y muy educada. Pero ojo, eso es para que bajes la guardia y olvides que su propósito aquí es que te deshagas de cosas que guardabas como oro en paño:

Una vez inventariada en su cerebro toda la mierda que has ido acumulando, Marie se arrodilla para hablar con tu casa. Dice que para darle las gracias y explicarle que va a haber algunos cambios. Sin embargo, en realidad, sus reflexiones son otras bien distintas:

Pesadilla 1: ordenar la ropa

Lo primero que nos enseña la Kondo es que debemos poner toda nuestra ropa sobre la cama para hacernos una idea de la inmensa cantidad de prendas que tenemos y, seguramente, ni nos ponemos. Después, hay que ir dándole las gracias a aquellas cosas que queramos donar o tirar a la basura para aligerar. El resto tendremos que doblarlas según su método -Marie colonizándonos con su TOC-.

Pues bien, ha habido gente que no ha podido pasar de la primera pantalla:

Y aun encima tienen que soportar el cachondeíto de Netflix...

Pero también hay un puñado de valientes que siguen adelante:

Las primeras consecuencias no se han hecho esperar. Colas en los lugares de venta de ropa de segunda mano...

...y los primeros secretos sobre la vida oculta de la Kondo que salen a la luz:

También empieza a complicarse eso de encontrar los objetos cotidianos con la misma facilidad:

De repente, tu casa es minimalista sin pretenderlo...

Y, por supuesto, tu fondo de armario ha mermado bastante:

Pesadilla 2: no más de 30 libros

Pero si lo de la ropa ya ha sido un auténtico trauma, así como lo de desprenderte de esas cajas que guardan tus secretos (de los que ya ni te acuerdas), lo que de verdad le está tocando las narices al personal es eso de que no podemos tener más de 30 libros en casa -Marie no lee, el mundo no debería hacerlo-:

Y es que, claro, uno empieza por los libros y acaba como acaba:

Incluso hay gente que se está atreviendo a retar a la Kondo (insensatos... ):

Y también está planteando métodos alternativos:

Que, unos por otros, y Marie Kondo es la nueva Rosalía:

Ya hasta se le invoca:

Sin embargo, no todo el mundo tiene muy claro todavía quién es...

...pero ya han formado un Comité para hacer frente a su método. Presidido, nada más y nada menos, que por Álex de la Iglesia:

Y es que bastan un par de capítulos para saber que Marie Kondo esconde algún perturbador secreto...

Desde luego, por seguridad (y vergüenza), a mi casa no vengas, Marie Kondo.