Stephen Hillenburg, el creador de Bob Esponja, fallecía a finales del pasado mes de noviembre por esclerosis lateral amiotrófica (ELA) sin saber que sus dibujos animados, además de haber conquistado a niños (y padres) de todo el mundo, son uno de los mejores entretenimientos para un grupo de 11 delfines que habitan en el Dolphins Plus Marine Mammal Responder de Cayo Largo, en Florida.

La revista Science publica un estudio realizado por los investigadores del centro a los delfines mulares, una especie que necesita estímulos constantes para evitar su aburrimiento cuando están en cautividad. Los científicos optaron por ponerles en la televisión varios documentales de naturaleza de la serie Planet Earth de la BBC y algunos capítulos de la famosa serie infantil.

Con una gran televisión colocada frente a una de las ventanas submarinas de su piscina, los once delfines vieron las proyecciones mientras estaban siendo observados por sus cuidadores, pendientes de si los cetáceos preferían un océano real o el universo subacuático creado por Hillenburg. Así, recogían en sus tablas de datos su comportamiento, desde balanceos de cabeza, aproximaciones al cristal o gestos violentos y bruscos.

¿Qué les ha gustado más?

Los investigadores no han podido distinguir ninguna preferencia de los animales, lo cierto es que parece que no tenían un favorito; pero sí han notado que les gusta eso de la televisión. Incluso aquellos delfines que sufren problemas de audición estaban atentos, de modo que las figuras en movimiento les resultan atractivas. De hecho, algunos machos reaccionaron de forma agresiva a las imágenes.

Los autores del estudio creen que la proyección de imágenes podría servirles como un estímulo a los que no pueden ser liberados y tienen que pasar sus días en cautividad. Además, observan, las respuestas a la televisión podría servir para obtener más información sobre el comportamiento de unos de los animales más inteligentes del planeta.