Jennifer Sinclair dirige la escuela elemental de Manchester, en Nebraska (Estados Unidos), y su última ocurrencia le ha costado un expediente administrativo, la sustitución temporal en su cargo y que su ridícula historia haya cruzado el Atlántico. Esta visionaria decidió que los niños no podrían decorar el colegio con ningún adorno navideño que ella considerase religioso, entre ellos los famosos bastones de caramelo.

La 'lumbrera' escribió un documento para el profesorado del centro en el que vetaba los villancicos, el uso de los colores rojo y verde, y los dulces con forma de bastón porque, ojo al contundente argumento, "históricamente, la forma es una 'J' de Jesús. El rojo es la sangre de Cristo y el blanco es un símbolo de la Resurrección". ¿Alguien le ha explicado a esta mujer lo que se conmemora en Navidad? Pero sus prohibiciones no se quedaban ahí, tampoco quería ver por su escuela a Papá Noel ni adornos con forma de regalo.

Sinclair explicaba que su afán no era otro que ser "inclusivo y culturalmente sensible" con todos los estudiantes, sea cual sea su religión. "No me siento cómoda haciendo esto, pero si es para el bienestar de todos lo haré", señaló. Eso sí, dio luz verde a que se usasen copos de nieve, se tomase chocolate caliente o se decorase con osos polares, pingüinos y trineos.

"Son patrimonio cultural"

Desde el Distrito de Escuelas Públicas de Elkhorn, al que pertenece la escuela, han explicado que el documento de la directora "no reflejaba la política del distrito", justificando que Sinclair es nueva en el cargo y no consultó antes de dar esas órdenes. Aclaran, además, que "los símbolos religiosos se pueden usar como apoyo en el aula siempre que se muestren como un ejemplo del patrimonio cultural y/o religioso de la festividad".

"Los árboles de Navidad, los huevos y los conejitos de Papá Noel y de Pascua se consideran símbolos seculares, de temporada, y pueden emplearse como material didáctico siempre y cuando no interrumpan el programa educativo para los estudiantes", añaden, sin querer desvelar por el momento cuál será el futuro de la directora Sinclair.