Hace unos días Internet se quedaba ojiplático ante la visión de Knickers, una vaca gigantesca -de 1,94 metros de altura- que vive en Australia. Su tamaño es tal que en vez de ser sacrificada para que proporcione carne a McDonalds de medio mundo se dedica a guiar al resto del rebaño.

Pesa 1,2 toneladas -más o menos lo mismo que un Volkswagen Golf-. Su tamaño le ha servido para esquivar el matadero, básicamente porque la maquinaria no es capaz de procesar un bicharraco de sus proporciones:

Ver a la criatura en movimiento es como ver a un monstruo prehistórico:

El animalito se viralizó y saltó a la fama. Y como siempre en estos casos ha salido alguien a la zaga al grito de "mi vaca es más grande".

Y efectivamente, así han presentado desde la granja de Kismet Creek -un santuario canadiense para animales- a Dozer, un buey aún más grande que Knickers. Esta criatura mide 1,98 metros y pesa 1,4 toneladas. Si voy a pasear con él, me pondré tacones.

Igual que su compadre australiana, Dozer se salvó de convertirse en carne a la brasa gracias a que no cabía en el matadero, momento en el que fue rescatada por los responsables de Kismet Creek donde vive en paz haciéndose selfies con los curiosos:

Ahora solo falta por ver a ver quién es el siguiente en sacar su vaca gigante.