Los drones comienzan a ser una visión habitual en nuestros paisajes. Quizá hace unos años al ver uno podríamos haber salido corriendo ante una inminente invasión extraterrestre, la sorpresa no pasa del “oh, mira, un dron” y sigues con tu rollo.

Y eso puede tener consecuencias si el dron tiene intenciones poco amistosas. Y por lo que parece ya no hace falta ser un miembro del Estado Islámico para que un dron tenga intenciones hostiles hacia ti. Un buen ejemplo es este vídeo, en el que un autómata trata de robar una bicicleta.

El vídeo fue grabado en la República Checa el pasado 26 de octubre, cerca de  la localidad de Hustopece, al sur del país. Un grupo de jóvenes estaba subiendo a un mirador popular llamado Lookout Tower y grabando un vídeo cuando un dron se acerca a sus bicicletas. Las risas se convierten en ira -al menos para el dueño de la bici, porque hay un amigo que comienza a reírse aún más, porque es lo que hacen los buenos amigos- cuando el vehículo no tripulado engancha la bicicleta y se la lleva, a pesar de los intentos de derribarlo con un casco tierra-aire.

El vídeo culmina con dos de los tres protagonistas persiguiendo al la-dron (perdón) mientras el tercero se parte de risa en la torre. Por suerte, la bicicleta pudo ser recuperada al caer al cabo de unos cuantos cientos de metros.

Ya no podemos tener cosas bonitas.