Decía Sartre que el infierno son los otros, y realmente hay personas que están empeñadas en dar la razón al francés. Gente que quiere tu permanente atención, gente intensita con un yo inflamado y un ego del tamaño y aspecto de una criatura ancestral imaginada por H.P. Lovecraft. Nos rodean y no nos podemos librar de ellos.

Los vídeos de Rocío Quillahuaman son el perfecto reflejo de esto. Esta licenciada en Comunicación Audiovisual de 24 años lleva poco más de un mes publicando su trabajo a principios de septiembre, pero en estas pocas semanas ha logrado acumular 8000 seguidores en Twitter y 10.000 en Instagram, y basta con ver uno solo de sus vídeos para entender por qué.

Afincada en Barcelona, la vida cultureta de la ciudad condal es uno de sus temas favoritos. Sus vídeos suelen arrancar con una conversación normal, pero pronto dan un giro digno de tus peores pesadillas, y sin necesidad de mete aliens:

Cualquiera que tenga un amigo cultureta -o lo sea él mismo- podrá verlo reflejado en estas escenas:

Es una especie de Pantomima Full pero en versión inquietante. Pero no solo de culturetas vive Rocío. También de escenas más rutinarias.