La práctica de los primeros auxilios ante las emergencias más comunes debería ser una asignatura obligatoria en todos los centros escolares del mundo. Unas nociones básicas para saber cómo actuar pueden salvar vidas en los momentos más insospechados o, por lo menos, contribuir a ello antes de que lleguen los sanitarios al lugar.

Esto es lo que ha hecho, precisamente, Ding Hui, una estudiante de primero de Medicina que no se lo pensó cuando escuchó por la megafonía de la estación de trenes de Jinzhou, en la provincia china de Liaoning, que alguien necesitaba un médico.

Se trataba de Cui Yonglong, un hombre de 81 años que había sufrido un ataque cardíaco y permanecía sin conocimiento tendido en el suelo. El hombre se había desplomado cuando se bajó del tren. La chica corrió en su auxilio y comenzó a hacerle la reanimación cardiopulmonar hasta que consiguió que despertase:

Ella permaneció a su lado hasta que llegó la ambulancia y la familia del hombre quiso premiarla con unos 300 euros, algo que la joven rechazó porque, explicó, solamente cumplía con su responsabilidad. 

La universidad en la que estudia Ding Hui ha recibido una carta de los responsables de la estación de tren en agradecimiento a la hazaña de su alumna, que no dudó a la hora de perder su tren para intentar salvar una vida que, esta vez, sí logró salvar.