El 26 de septiembre de 1969 los británicos acudían en masa a sus tiendas de discos para comprarse el último de los Beatles, Abbey Road. La portada del álbum, con los cuatro de Liverpool cruzando por un paso de cebra en la calle de Londres que le da nombre -allí estaban los estudios EMI, donde lo habían grabado-, no tardaría en convertirse en un icono a imitar.

Fue Ian McMillan el fotógrafo que hizo clic aquel 26 de septiembre de 1969 y el creativo John Kosh, director en Apple Records, quien diseñó la famosa portada que ahora, casi 49 años después, ha recreado en solitario uno de sus protagonistas, Paul McCartney.

Sin llevar aquel traje de chaqueta azul ni tampoco el pitillo en la mano, Paul optó por cruzar la calle con sandalias y no descalzo, pero su recorrido ha tenido los mismos tintes históricos que aquel y allí estaba su hija Mary para captarlo. El instante, como no podía ser de otra manera, se ha vuelto viral a través de las redes sociales desde que se compartió el 23 de julio.

La gente que presenció el momento había sido invitada después de ganar un concurso para asistir en los estudios Abbey Road (sí, cambiaron su nombre después) a un concierto privado en el que McCartney interpretó algunas de las canciones de su próximo disco, Egypt Station, que saldrá el 7 de septiembre.

Una portada de culto 

Además de incluir algunos de los temas más conocidos de la banda británica, como Here comes the sun o Come together, el disco pasó realmente a la historia por ese paso de cebra que, en un alarde de beatlemanía, podemos observar a diario a través de una webcam que lo enfoca constantemente.

Bastan algunos segundos para comprobar la cantidad de coches que pasan por la zona, algo que ya ocurría en 1969, por eso los Beatles tuvieron solamente un tiempo limitado para sacar seis fotos. El Escarabajo que se ve de fondo estaba normalmente aparcado en ese mismo lugar y su matrícula (LMW 281F) también se convirtió en un objeto de culto e incluso alimentó la estrambótica teoría de la muerte y sustitución de McCartney.

El coche llegó a subastarse en 1986 y desde 2001 permanece en un museo alemán. El quinto hombre que aparece es Paul Cole, un turista norteamericano que quedó retratado por casualidad. La portada de Abbey Road es una de las fotografías más imitadas de la historia, por ello en 2010 el lugar recibió la distinción de Monumento Clasificado por parte del Gobierno británico.