La Obra maestra de Aristóteles completada en dos partes, el primero que contiene los secretos de la generación es el título del peculiar manual sexual que saldrá a subasta el próximo mes de marzo en una edición de 1720. Publicado en Londres en 1684, no fue hasta 1960 cuando dejó de venderse de forma clandestina para “no violar las leches contra la obscenidad”.

La BBC recoge la historia de este libro que habla de sexo, pero también del excéntrico romanticismo de la época. “Sin duda, la unión de corazones en santo matrimonio es, de todas las condiciones, la más feliz, porque entonces un hombre tiene un segundo yo con quién puede desentrañar sus pensamientos”, se puede leer.

El autor, de nombre desconocido pero con el ego suficiente como para hacerse llamar Aristóteles, advierte también a los hombres: “Cuando hayan hecho lo que la naturaleza puede requerir, un hombre debe cuidarse de no separarse demasiado pronto de los abrazos de su esposa”.

Más allá de estas afirmaciones, que hoy en día pueden parecernos pueriles, las razones de su prohibición fueron varias, como explica el tasador de libros de la casa de subastas Hansons, Jim Spencer, que sacará a subasta un ejemplar del siglo XVIII, afirmando que “incluye ilustraciones de monstruos que son engendrados por la cópula antinatural de mujeres con bestias”.

“Recordemos que el libro fue escrito cuando todavía quemaban a mujeres por brujería en Inglaterra”, incide Spencer. De hecho, el tomo incluye el boceto de un supuesto niño que habría nacido con aspecto monstruoso en Italia.

Consejos surrealistas de la época

Tomemos nota o, quizás, lo más sensato es que no llevemos a la práctica absolutamente nada de lo escrito en el manual. La base científica era tal que el autor se atrevía a afirmar que la apariencia de un niño dependía de la imaginación de la madre y, por lo tanto, si ellas “miran los cuerpos mal formados, la fuerza de la imaginación podría producir un niño con un labio peludo, boca torcida o grandes labios grasosos”.

Así que su recomendación pasaba porque las mujeres mirasen durante el sexto “seriamente al hombre y fijar su mente en él”. Si lo lograban, el pequeño se parecería a su padre y no a ningún protagonista de Freaks.

Para que el semen fuese óptimo, otro de los briconsejos del manual, los hombres debían basar su dieta en tubérculos y pájaros cantores. También les ayudará alimentarse de huevos, jengibre y nabos. Pero, las mujeres, tendrían que evitar comer “cosas duras y grasas” porque harían que el cuerpo se calentara más.

El truco para que sea niño o niña

El pseudo Aristóteles iba más allá y aseguraba que si la pareja quería engendrar una niña, la mujer debía acostarse sobre el lado izquierdo al finalizar el coito. Si querían niño, sobre el derecho. Además, los astros también contaban para seleccionar sexo.

Engendrar varones sería más fácil cuando el sol está en Leo y la luna en Virgo, Escorpio o Sagitario. Para las hembras el momento propicio sería con luna menguante en Libra o Acuario.

Otra de las cosas que, según el libro, habría que tener en cuenta es la igualdad de años de la pareja. Cuando hay diferencias de edad “los celos y el descontento son las únicas bendiciones en la cama, siendo imposible tener hijos”, sentencia.