Es posible que creas que eres muy original por esa foto que hiciste a la Torre de Pisa sobre un cono de helado. ¡Un cono de helado! ¡Tiene gracia porque parece que la torre sea un helado! ¡Jaja! ¡Soy la monda! Pues no, no lo eres, porque un porrón de gente ha hecho la misma foto.

Durante un viaje a Roma, Oliver trató de acercarse a la Fontana de Trevi y le fue imposible debido a la enorme cantidad de turistas que anegaban la zona, todos ellos armados con un smartphone de repetición. Se marchó muy enfadado hacia el Panteón, solo para encontrarlo en un estado similar. El saber que él era un turista más "ni mejor ni peor", le molestaba aún más.

"Parecía que nadie disfrutaba del viaje, solo de hacer fotos y fardar en redes", esto le inspiró para su nuevo proyecto, un vídeo en el que deja una cosa clara: todos sacamos las mismas malditas fotos. El vídeo empieza con el clasicazo de la foto del pasaporte, pasa a las fotos del ala del avión (casi como si patrocinase EasyJet) y salta a los destinos y ángulos más populares:

"Las redes sociales favorecen la memeficación de la experiencia humana. En vez de diversidad vemos homogeniedad" El vídeo lo hizo de forma manual, alineando artesanalmente cada fotografía, extraídas de perfiles públicos de Instagram, haciendo que cada una aparezca un cuarto de segundo.