Ya nada es lo que era: los tomates no saben a tomates, los móviles nos quitan la comunicación directa, los políticos ya no cumplen sus promesas (si alguno vez lo hicieron y los ladrones ya ni huyen de la policía. Porque, según podemos leer en la BBC, un ladrón en Escocia se quedó dormido mientras había entrado a robar a una casa.

Al parecer, el hombre habría entrado de noche a robar en un domicilio del distrito escocés de Monklands, se comió media tarta y se tumbó en el sofá a comerse unos Doritos. Porque así se lo encontraron los policías que lo detuvieron e incluso comentan que se despertó con las esposas puestas.

El caso es que de un tiempo a esta parte estamos viendo una serie de chapuzas en lo que a robos se refiere. ¿Dónde quedan esos grandes golpes que vemos en las películas al estilo "Ocean's Eleven"? Ahora solo vemos gente que se queda atrapada en las ventanas de los locales a los que entra o ladrones que en lugar de robar vacían las neveras y hacen guerras de comida.

Pero suerte tenemos que siempre nos quedará el Perro Empanada, un ladrón de guante blanco de los de antes, de los que operan sin que nadie se de cuenta y delante de todos con una habilidad que tan sólo se le recuerda a Houdini. Y si no me crees, mira el vídeo y muere de amor.