Al principio todo era muy sencillo. Unos cazaban mientras otros se ocupaban de la cueva. A medida que el ser humano evolucionó todo se fue haciendo más complejo: necesitábamos comerciantes, herreros y camareros. Ahora la sociedad ha llegado a un nivel de elaboración tal que directamente todo se ha vuelto raro. 

Será la crisis que ha vuelto a algunas personas creativas con tal de poder financiarse un techo, un plato de arroz y un iPhone X. Muchos han sido los que han creado ramas profesionales de lo más pintorescas, pero probablemente esta sea una de las más sorprendentes. Entran en escena los acariciadores profesionales.

"Una deficiencia crónica de contacto"

"Nuestra sociedad sufre de una deficiencia crónica de contacto y, para empeorar la situación, hemos sexualizado el contacto" explica la web de Cuddist, una plataforma de abrazadores profesionales. "La falta de contacto se vincula a la ansiedad, a la depresión, a la agresión, al estrés, conducta violenta e impulsiva y dificultad para relacionarse".

"Tristemente, mucha gente viene de comunidades donde han sido pocas veces tocados por sus padres, familiares o amigos, o sólo lo ha experimentado a través del sexo. Hay una manera mejor. Las caricias ofrecen un beneficio -no sexual- mutuo que muchos de nosotros no han recibido en el pasado o no reciben en le presente. Como el yoga, la meditación o el 'mindfulness', el contacto profesional terapéutico es curativo y transformador".

Hasta 1600 dólares a la semana

Su trabajo es exactamente lo que te estás imaginando después de leer su nombre, tu les pagas y ellos o ellas te hacen caricias (únicamente caricias). Las sesiones suelen costar a partir de 80 dólares la hora. Algunos de ellos llegan a trabajar 20 horas a la semana, pudiendo facturar hasta 1600€ cada siete días. Muchos nos hemos equivocado de carrera, sí.

Otros servicios como The Snuggle Buddies ofrecen también servicios telefónicos a partir de 60 dólares -la conversación debe ser amistosa y platónica- o incluso ofrecen pasar la noche con el cliente, con una oferta de 8 horas, cinco de ellas roncando, y otro de 10 con 6 de sueño, por 330 y 400 dólares respectivamente.

Cuddle Sutra, la guia de los abrazadores 

En Business Insider quisieron poner a prueba a estos abrazadores, por lo que acudieron a una sesión cuyo resultado se puede ver en el siguiente vídeo. Al inicio, la periodista reconoce que ha pasado una época bastante complicada y que tiene una gran curiosidad por ver si le ayuda en algo:

Aunque al principio se le hacía muy raro, a medida que avanzaba la sesión se iba acomodando. Finalmente reconoce que se le había hecho corto, y que se sentía más relajada.

Muchos abrazadores profesionales recurren al Cuddle Sutra, una versión más cariñosa del Kama Sutra que en vez de referirse a las posiciones sexuales es un compendio de distintas posturas con las que transmitirse afecto. Y algunas tienen su complicación:

A través de los bosques Rob Grader Cuddle Sutra

 

Más allá de lo loco que pueda sonar el concepto de acariciador profesional, el hecho de que haya gente que esté dispuesta a pagar 80€ la hora por un servicio así deja en evidencia una cosa: que hay muchas personas con auténtico déficit de cariño. Y que cuando hay una falta de algo, siempre habrá quien tenga la visión suficiente como para ganarse un dinero con ello.