Como los ánimos estaban poco caldeados estos días, Pablo Casado ha decidido estornudar napalm. No ha tenido mejor idea que asegurar que, tras la declaración unilateral de independencia, Puigdemont podía acabar como Luís Companys. Algo que, si no tienes la historia muy clara, puede sonar muy mal.

Pero lo cierto es que Companys no fue fusilado después de proclamar el Estado Catalán dentro de la República Federal Española el 6 de octubre de 1934, sino que fue detenido por el gobierno de la República. Con la victoria del Frente Popular en 1936, llegó la amnistía y fue liberado. Durante la Guerra Civil volvió a ponerse al frente de la Generalitat, y tras la victoria franquista huyó a Francia, donde fue detenido por la Gestapo y entregado al gobierno de Franco. Tras un juicio sumarísimo, fue fusilado en el Castillo de Montjuic acusado de "adhesión a la rebelión militar". Eso ocurrió el 15 de octubre de 1940, seis años después.

Sin embargo, muchos tuiteros no han parado a pensar tanto:

De hecho, las declaraciones de Casado ya han asombrado durante la rueda de prensa, y allí mismo le han pedido que aclarase sus palabras. A juzgar por su respuesta, parece que en ese momento se ha dado cuenta, como vicesecretario de comunicación del partido, que su frase podía haberla liado parda: 

Algunos tuiteros han tirado de matemáticas para tratar de aclarar qué había dicho Casado:

Pero la tormenta ya estaba desatada, y era perfecta. Rufián no ha tardado un segundo en saltar al charco:

Y no ha sido el único:

Quizá el mejor resumen de la jugada:

Y como suele ser habitual en estos casos, han pagado justos por pecadores, porque la dirección de Twitter de Pablo Casado es @pablocasado_ y no @pablocasado: