Hace 10 años la historia que voy a contar a continuación era impensable porque no existían las redes sociales, al menos no del modo en que lo hacen ahora, ni los community managers y no tenemos constancia de que la gente estuviese tan loca por los gatos, o tal vez sí.

El caso es que ayer, en una de las cuentas más populares de los EE.UU., la de la radio pública NPR, publicó un mensaje personal en su muro de Facebook. El mensaje era el siguiente.

"A Ramona le dan un juguete nuevo: sonríe, lo examine por 20 segundos, lo descarta.



A Ramona le dan un abrazo: cede momentáneamente, se retuerce para que la deje en el suelo.

Ramona ve tres gatos a 10 metros: inmediatamente es poseída por chillidos, alegría espasmódica que continua después de que los gatos hayan huido por sus vidas"

Inmediatamente después de este post, se borró la información y se pidieron disculpas por el error. Pero esto no fue suficiente para los seguidores de NPR.

De hecho empezaron a llegar mensajes y respuestas al mensaje de disculpa de la emisora pública pidiendo saber más sobre Ramona. De hecho, otras cuentas en Twitter se han unido al público para saber más sobre la gata. 

Pero ahora viene lo mejor de todo.

El blog de la NPR ha recogido hace unas horas el afortunado error que había cometido uno de sus empleados. Ha comentado toda la historia y ha revelado una información que deja en pañales al mismísimo Manuel Bartual. Ramona no es un gato, es un bebé. Internet es maravilloso.

Ramona con un gato