Todos conocemos leyes extravagantes de otros países. Por ejemplo, en EE.UU. es ilegal llevar un bigote falso que pueda causar risa dentro de una iglesia o despertar a un oso para hacerle una foto. De acuerdo, esta última la comprendo, los osos tienen muy mal despertar. Pero aún así, lo de este país escandinavo es algo que difícilmente se puede explicar ya que Suecia prohíbe bailar espontáneamente a su población. Al menos en los bares.

De hecho la ley data de los años 70 donde se requería a bares y discotecas a tener una licencia que permitiese bailar a sus clientes. Las consecuencias de no tener este permiso son duras y no se deben tomar a la ligera ya que incluyen la retirada de la licencia, multas o, incluso, la cárcel.

¿Por qué una ley tan absurda?

El principal motivo para incorporar una ley tan severa fue facilitar una manera a la policía sueca de evitar desórdenes públicos que derivasen en disturbios. Era una manera de poder acotar el derecho de reunión sin que se aboliese del todo. "Si vas a un sitio a bailar, vas a bailar, no a conspirar contra tu gobierno", debieron pensar los legisladores.

El caso es que los ajetreados 70 ya pasaron y también las décadas posteriores y la ley sigue sin derogar. Aún a pesar de que el parlamento sueco votase el año pasado la suspensión de dicha ley, según podemos leer en el Independent.

A día de hoy, la policía sigue entrando en los bares cuando se les avisa de que hay bailes ilegales en las instalaciones, según la asociación sueca de bares. Ellos mismos reconocen que el gobierno debería tomar cartas en el asunto por una ley que consideran anacrónica. Si bien es cierto que tan sólo se puede aplicar a ciudadanos suecos y que los turistas pueden bailar donde y cómo les plazca.