Últimamente KFC está on fire con sus campañas publicitarias. Si hace unas semanas decidió lanzar un sándwich de pollo al espacio, ahora ha decidido conmemorar su 30 aniversario en China lanzando un teléfono móvil al mercado. Porque el pollo lo merece.

Se trata de una edición especial del Huawei 7 Plus, con una carcasa roja -color corporativo de la marca, e incluye una serigrafía del Coronel Sanders en la parte posterior, para que todo el mundo sepa de tu amor por los pollos -y no, no hablamos de los de Breaking Bad-.

Y es que nada transmite mejor los valores del comunismo chino que un teléfono móvil con los colores de una multinacional americana de comida rápida. El teléfono funciona con Android y tiene la aplicación de KFC instalada, además de una segunda app que te permite controlar la música que suena en cualquiera de los 4.000 restaurantes de la cadena en el país. ¿Su precio? 140€.

Pepsi, otra que quiso un móvil propio

Acostumbrados al marketing occidental, ver lo que hacen algunas empresas en Asia puede dejarnos muy locos. Pero KFC no es la primera en aventurarse en lanzar un smartphone en China: Pepsi ya lo hizo, cediendo su imagen para incrustarla en un dispositivo de marca blanca.

Si bien es verdad que tuvo un poco de morro, ya que en vez de financiar la aventura con su bolsillo, decidió lanzar un crowdfunding para reunir los 470.000 dólares. No logró alcanzar ni la mitad del objetivo.

Osborne, el ejemplo español

Si hay una marca que ha conseguido asociar su imagen con la de España esa es Osborne, con el ya mítico toro que durante años ha adornado nuestras carreteras. Ante el aterrizaje del fabricante chino Innjoo en nuestro país, llegó a un acuerdo con el fabricante de vinos para incluir su logotipo en la parte trasera de su modelo acertadamente denominado Toro. Se lanzó a finales de 2015 por 229 euros, siendo el teléfono ideal por si querías ir a animar a Rafa Nadal.