Son desagradables, insensibles, crueles y están fuera de lugar. Los usuarios de smartphones han perdido la perspectiva y no son conscientes de que no todo vale con tal de tomarse un selfie. Hay muchas cosas que están por encima de salir bien en la foto y este narcisismo 2.0 que nos gobierna, como la salud, el respeto a la intimidad o al honor personal y sobre, todo la dignidad humana.

Estas autofotos son especialmente graves cuando, además, provienen de profesionales que están trabajando y cumpliendo con su deber para con la comunidad o en un servicio público. Algunos han traspasado la línea y se han dejado llevar por la banalidad y el egocentrismo aunque algo muy grave ocurriera a sus espaldas. A veces, incluso han aprovechado estas circunstancias graves para intentar granjearse unos 'Me Gusta'.

1. Carlos Herrera

El periodista de la Cope fue objeto de todo tipo de burlas y memes en las redes sociales por inmortalizarse frente a la sala Bataclán, después de que se produjeran los atentados en París que dejaron 130 muertos y más de 300 heridos. Sucedió en noviembre de 2015 y su gesto compartido en Twitter indignó a muchas personas, que lo acusaron de darse un autobombo innecesario a costa de las víctimas.

2. Kinana Allouche

Lo de Carlos Herrera se queda en nada si se compara con lo que hizo esta periodista siria. La reportera de la cadena pro-régimen Sama TV compartió en Facebook un par de selfies en las posaba sonriente con los militares y donde a sus espaldas se podían ver los cadáveres de los rebeldes. "Un saludo al valiente ejército árabe sirio que logró rechazar un ataque de bandas armadas y prevaleció sobre su intento de infiltrarse en zonas seguras de Aleppo occidental", escribía Allouche en la plataforma de Mark Zuckerberg.

3. Bombero de Trujillo

Los bomberos están ‘on fire’ en las redes sociales. A este integrante de la Compañía de Bomberos de Trujillo, en Perú, le cazaron in fraganti mientras se tomaba una autofoto con el fuego de fondo. El incendio que le hizo de comparsa en su instantánea era el de un centro comercial que tardó 5 horas en extinguirse.

4. Bomberos rusos

Antes de ponerse a apagar un peligroso incendio Ilya Bykov, de 30 años, y Rostislav Krylov, de 28, decidieron plasmar el momento con un selfie, priorizando la satisfacción de su ego al rescate de personas atrapadas entre las llamas. La foto se compartió en la red social rusa VKontakte y enfadó a muchos usuarios de la plataforma, sobre todo tras saberse que habían fallecido 17 personas durante la tragedia y otras 55 habían resultado heridas.

5. Policías en un incendio en Long Island

Otro incendio que quiere salir en la foto, aunque esta vez los que deciden retratarlo son policías y no bomberos. A dos agentes del cuerpo del Condado de Nassau les cogieron de esta guisa mientras una casa se quemaba en Uniondale. Al propietario de la vivienda, un sargento de la policía de Nueva York, no le molestó su momento narcisista y los defendió. Pero desde fuera, su actitud quedó como algo muy poco profesional. “La gente acaba de perder su casa y vosotros estáis sentados allí haciéndoos selfies”, criticaba un vecino con toda la razón.

6. Policía china en paños menores

El sexting y los uniformes no son buena combinación. Esta policía china perteneciente a la Oficina de Seguridad Pública de la ciudad de Dandong, ubicada en la provincia de Liaoning y situada al noreste del país, se excedió un poco en sus funciones cuando decidió subir a las redes sociales algunas imágenes suyas con su camisa de agente, pero sin pantalones. Sus fotos fueron consideradas “vulgares” por las autoridades y el haberlas tomado y compartido le costó un despido fulminante.

7. Doctora malaya en un parto

Los sanitarios también han cometido sonados errores que se acercan a la negligencia médica. Esta joven doctora del Hospital de Johor Bahru (cerca de Jakarta, en Malasia) posa sonriente mientras tiene la mano metida en la entrepierna de una mujer parturienta y con la otra hace el signo de la victoria. No es un selfie como tal, porque ella misma no tiró la foto, pero casi.

8. Doctor en prácticas de Venezuela

Se trata de un caso con muchos parecidos al anterior, aunque en esta ocasión el protagonista no interviene directamente en el parto, pero sí sujeta el smartphone. Mientras una mujer estaba a punto de dar a luz, al estudiante de obstetricia Daniel Sánchez (guarosanchez) se le ocurrió actualizar su cuenta de Instagram mostrando la escena. “Señora, yo le puedo atender el parto, but first let me take a selfie...", escribía para acompañar la imagen.

9. Estudiantes con paciente tras cesárea

Dos estudiantes que hacían sus prácticas en el Hospital Sergio E. Bernales de Collique, en Perú, se inmortalizaron con una paciente que acababa de ser intervenida en una cesárea y una de ellas lo colgó en Facebook. Se trata de una falta de respeto y una violación enorme de la intimidad de la paciente y más, sabiendo que la mujer se encontraba en ese momento anestesiada y no era muy consciente de lo que estaba ocurriendo.

10. Daniella Pogialli

Esta enfermera de pacientes terminales acusada de múltiples asesinatos (hasta 93 en solo dos años) acostumbraba a tomarse selfies con los moribundos y con sus cuerpos tras su fallecimiento. La apodada como ‘el Ángel de la Muerte’ trabajaba en un hospital de Lugo (Italia) y el hecho de que se hiciera fotos con aquellos que presuntamente había matado resulta aún si cabe, incluso más sobrecogedor.

11. Militar irakí

Este militar irakí tiene un sentido de la democracia 2.0 bastante deformado y llevó la hegemonía de los likes a su vertiente más siniestra. El soldado de las fuerzas especiales, que acababa de capturar a un kamikaze de ISIS que no había conseguido detonar una bomba, decidió preguntar a sus 80.000 seguidores de Instagram (@iraquiswat) si el hombre capturado debía morir, dándoles una hora para emitir su veredicto. Finalmente fue ejecutado y las imágenes borradas de la cuenta.

12. Militares tunecinos con yihadistas muertos

Varios soldados tunecinos se retrataron con tres yihadistas que acababan de asesinar como si fueran sus particulares trofeos de caza y la foto corrió por las redes sociales como la pólvora. Las reacciones de los internautas fueron de todo tipo, desde aquellos que los aplaudieron por su valentía hasta los que les condenaron por su falta de profesionalidad o crueldad.





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