Lo de Donald Trump y las mujeres, no tiene fin. Y no, no hablamos de que sea un mujeriego o que triunfe entre el sexo opuesto sino más bien de todo lo contrario. Sus continuas declaraciones públicas impregnadas de tintes machistas –llegando incluso a ser vejatorias– no agradan precisamente a las norteamericanas que ya demostraron de forma masiva su objeción a seguir las políticas y normativas del nuevo presidente en la multitudinaria Marcha por las Mujeres.

Pero no deja tregua. La última, implantar una nueva medida a los trabajadores de la Casa Blanca–concretamente, a los de género femenino– que afecta a sus uniformes. Dos semanas después de mudarse a la conocida villa, Trump ha enviado un comunicado a la plantilla para que sepan cuál es el nuevo código de vestimenta. Y algo queda bien claro: “las trabajadoras deben vestir como mujeres”.

El personal femenino de la Casa Blanca ya se vio obligado a llevar vestidos ceñidos durante la campaña electoral del magnate

Corbatas de marca para ellos, cortes de pelo adecuados y looks con “clase y elegancia”, el informe advierte a aquellas mujeres que pretendan ponerse pantalones vaqueros que los lleven “ceñidos y limpios”. Algo que no ha sorprendido demasiado al personal femenino de la residencia oficial y principal centro de trabajo del presidente que, como confesaron a varios varios medios estadounidenses, ya se vieron obligadas a llevar vestidos ceñidos durante la campaña electoral del magnate. 

Cuando semejante normativa se ha filtrado entre la población, decenas de mujeres de todas las categorías y sectores han querido responder al septuagenario líder colgando imágenes acompañadas del hashtag #DressLikeaWoman en las que podemos ver imágenes de mujeres ataviadas con sus uniformes de trabajo, dejando claro que el hecho de que sean o no ceñidos no las hace ni menos mujeres ni menos profesionales.

Han sido muchas las que no han dudado en hacerse un selfie en sus puestos de trabajo para mostrarle a Trump cómo iban vestidas durante sus jornadas. Cómo no, con mención al presidente para que pudiese ver sus uniformes, curiosamente, más que ajustados, cómodos y profesionales. 

Y, cómo no, también se han compartido numerosas menciones e imágenes de algunas de las mujeres que hicieron historia al ocupar puestos de trabajo que hasta entonces estaban reservados única y exclusivamente a los hombres. Puestos que consiguieron por su valía y lucha constante, sin necesidad de lucir sus cuerpos comprimidos para llegar hasta ahí. 

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