"Existe un lugar esculpido a base de piedra, sal y viento, donde sus gentes guardan como tesoros algunos de los paisajes naturales más impresionantes de España, entre bosques sombríos, cascadas de cuento y viejas construcciones que se niegan a caer pese al paso de los siglos". Daniel Almeida, un realizador madrileño afincado en Galicia, hace tiempo que se enamoró de todos y cada uno de los rincones de este trocito de mundo, tal y como demuestra su forma de hablar. Ahora, a través de Land of the Lost (algo así como “la tierra de los perdidos”, en castellano), su última maravilla audiovisual, el realizador se ha empeñado en demostrar que Galicia nada tiene que envidiar a Rocadragón, Kingsroad o el frondoso bosque de Tollymore de Juego de Tronos.

El vídeo en cuestión fue lanzado hace apenas un mes a través de su canal de Vimeo y, gracias a las redes sociales, se ha convertido en todo un fenómeno. A través de un time-lapse (una técnica que permite otorgar un movimiento muy particular a toda un serie de fotografías fijas encadenadas), Almeida retrata algunos de los lugares más mágicos de la región. “Quería hacer una representación de toda la Comunidad y tenían que aparecer las cuatro provincias”, cuenta el realizador.

Así, el filmmaker cogió su cámara y se zambulló en algunos de los lugares más recónditos e inexpugnables de su tierra. “La premisa no era mostrar los sitios más conocidos o más mostrados en campañas de publicidad de Galicia, sino buscar sitios que se saliesen de la promoción más mediática pero que conservasen ese punto natural”, explica. Espacios totalmente naturales, casi vírgenes, apenas transformados por la mano del hombre y que siguen escondiendo el mayor de los encantos.



La grabación le ha llevado cerca de tres meses. “Un time-lapse tarda en grabarse lo que tarda en suceder el evento”, cuenta al otro lado del teléfono. “Si solamente quieres registrar el paso de unas nubes por encima del bosque, con 10 o 15 minutos tienes suficiente. Sin embargo, una puesta de sol, por ejemplo, tarda alrededor de una hora y media en grabarse”. El proceso de montaje, en el que se unen las distintas fotografías de tal manera que parezca una película en movimiento, ocupó el resto del tiempo.

Aunque bien podría ser el enclave en el que se filmó El Señor de los Anillos o la serie de la HBO, el realizador reconoce que su intención inicial no era mostrar Galicia como Desembarco del Rey o Invernalia, sino como un lugar en el que poder perderse y en el que el paso del tiempo fuese el menor de los problemas. "En realidad, lo único que tenemos en común los directores de estas producciones y yo es que nos fascinan los paisajes épicos", sentencia.

Sea como fuere, el corazón de los gallegos ya se lo ha ganado a través de un vídeo que lleva más de 50.000 reproducciones en Vimeo y se ha compartido más de 1000 veces a través del Facebook de su autor. "El amor por los gallegos por su tierra hacía prever que podría salir bien". 

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