Ayer se presentó la ansiada colección masculina primavera-verano 2017 diseñada por Demma Gvasalia para Balenciaga. Y el resultado dio que hablar, pero no sólo para bien.

Arriesgadas propuestas que dejaron boquiabiertos a los asistentes, tanto a los presenciales como a los presenciales como a los que siguieron el estreno online, en los que la silueta masculina se transforma por completo ensanchándose o estilizándose a través de prendas inspiradas en la moda de los años 70.

Decía Balenciaga que “un buen modisto debe ser: arquitecto para los patrones, escultor para la forma, pintor para los dibujos, músico para la armonía y filósofo para la medida”. Son muchos los que coinciden en que el diseñador georgiano ha acertado de pleno con esta idea –especialmente en lo que se refiere a filosofar con las dimensiones– siguiendo a la perfección el trabajo que el guipuzcoano abandonó a finales de los años 60 con la llegada del prêt-à-porter, estilo de ropa que el diseñador de alta costura se negó a realizar.

Tres nuevos clásicos presentados ayer Balenciaga balenciaga.com

Claro que, para gustos, colores. Y hay quienes creen que esta colección se le ha ido completamente de las manos y es un completo y horrible sinsentido encontrando algunos ingeniosos parecidos razonables.

En el nombre del padre, del hijo…

Si normalmente es un vestido de novia el que cierra desfiles, Gvasalia ha optado por hacer un homenaje al más característico de los trajes blancos de varón: el del Papa. Entre sus diseños encontramos guiños a las vestimentas litúrgicas como los faldones típicos de los curas o una especie de estola similar a la que llevan los pontífices.

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Monstruosamente abrigados

El diseñador modifica el tamaño de los modelos estrechando sus caderas y espaldas con pantalones extremadamente ceñidos y chaquetas que se amoldaban a la escuálida figura de los modelos y maximizandolos con chaquetas y abrigos oversize que, para muchos, les asemejan a monstruos como Frankenstein.

Mundo viejuno o inspiración años 70

Las mofas sobre lo antiguos que parecen algunos de los conjuntos de la colección, que en muchas ocasiones recuerdan a los trajes de caballero de los años 70, han hecho que muchos tuiteros tuviesen reminiscencias con el pasado.

Turbomaxi hombreras

Uno de los signos característicos de los años 80, las hombreras son protagonistas en muchos de los nuevos diseños masculinos. Claro que, como ocurre en el resto de diseños, también el ancho de hombros se luce a lo grande.

¿Te recuerdan a algo más allá de a la armadura de un jugador de rugby? Si estás pensando en los modelos que lucía el cantante de Talking Heads David Byrne, has acertado ya que es una de las figuras que han inspirado al diseñador.

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Detalles noventeros

Lo de las gorras de beísbol, el claro homenaje a la clásica bomber e incluso las cadenas de bolsillo al más puro estilo noventas, tampoco han pasado desapercibidos. Ni para los apasionados con la nueva colección de Balenciaga ni para los que amanecían horrorizados con los nuevos diseños.

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