El chef jerezano Ángel León es uno de los genios de España de la cocina. Aunque ahora regenta uno de los restaurantes más exquisitos de Cádiz, durante su entrevista con la periodista Ángeles Blanco confesó que su etapa en Francia fue una de las más duras de su vida. "Trabajaba 16 horas al día, no era feliz", relataba.
Aponiente está incluido en la lista de restaurantes culmen de todo el país. Ubicado en El Puerto de Santa María, es uno de los lugares favoritos para quienes quieren disfrutar de la buena comida.
Sin embargo, el camino hasta llegar a ser uno de los maestros de los fogones no ha sido de rosas. Durante una entrevista con la presentadora de Informativos Telecinco, el jerezano admitió que, mientras que se formaba en Francia, "no era feliz".
Su estancia en el país galo duró un total de seis años. Este periodo hizo que Ángel León adquiriese algo que, en palabras del protagonista, le ha sido útil durante el resto de su vida.
"Mi etapa en Francia fue mi Mili. Adquirí una cosa que me ha servido para toda de mi vida: disciplina", confesaba el cocinero en el programa.
"Recto como una vela"
Asimismo, el jerezano admitió que, antes de pasar por el país vecino, era un chaval un tanto rebelde y que fue en Francia donde le pusieron "recto como una vela".
"Esta era la etapa en la que mis amigos estaban en la universidad y en los colegios mayores. Me llamaban para contarme sus vidas y eran surrealistas comparadas con la mía", señalaba.
Y es que Ángel León ha señalado que trabajaba durante 16 horas al día y que únicamente libraba medio día a la semana. Este nivel de vida le hizo replantearse muchas cosas sobre su futuro profesional.
El dueño de Aponiente destaca que cuando llegó a España habló con su padre para confesarle que "ya no quería ser cocinero". "No era feliz. Normal, quien va a ser feliz trabajando 16 horas al día", admite durante su entrevista.
Ganador de Estrellas Michelin y Soletes
Sin embargo, su padre tenía claro que no podía tirar toda su etapa en Francia formándose por la borda y le propuso que se tomara un año sabático, algo que León desconocía absolutamente.
No obstante, la carrera profesional de Ángel León es una de las pruebas de que el esfuerzo y la dedicación acaban dando sus frutos. Y es que, ahora, se ha consagrado como uno de los grandes maestros de la cocina de toda España.
Las cinco Estrellas Michelin y los tres Soletes Repsol con los que se ha hecho confirman que, aunque su estancia en el país galo no fue la más agradable de su vida, la disciplina y el conocimiento adquirido durante la misma ha hecho que triunfe haciendo lo que más le gusta.