Un hombre ha sido condenado a cinco años y un día de prisión por abusar sexualmente de su nieta de 11 años en Sevilla. Debido a la situación, la menor presentó síntomas postraumáticos, tristeza y pesadillas, entre otros.
Ahora, la Sala de lo Civil y lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la pena después de rechazar el recurso de apelación interpuesto por la defensa particular.
En concreto, esta alegó que no se había respetado la presunción de inocencia y denunció que el acusado fue condenado sin pruebas suficientes.
Los hechos ocurrieron en el 2021. En ese momento, la víctima estaba viviendo con su padre de acuerdo a lo establecido por el orden de visitas. En el mismo domicilio convivía también el abuelo de la menor.
Según la sentencia interpuesta por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla, el abuelo, "con ánimo de obtener satisfacción sexual", realizó tocamientos sobre sus genitales con la mano de su nieta.
Esta actitud se repitió hasta en tres ocasiones. En concreto, el abuelo aprovechaba que su hijo no estaba en la sala y se valía de la "superioridad e influencia derivada del parentesco que compartía con la menor".
Durante estos momentos, la víctima intentaba zafarse de su abuelo. Finalmente, la niña decidió contárselo a su padre y este interpuso la denuncia.
Síntomas postraumáticos
Debido a esta situación, la menor presentó síntomas postraumáticos, como miedo, confusión, tristeza o pesadillas, así como rechazo al supuesto agresor, entre otros.
Así, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha rechazado el recurso de apelación al considerar que la condena dictada por la Audiencia Provincial de Sevilla se basó en pruebas de cargo suficientes y válidas, valoradas de forma razonada y conforme a derecho.
El TSJA, señala la coherencia y verosimilitud del relato de la menor. "El testimonio estuvo dotado de coherencia interna, no se vio empañada por ninguna intencionalidad torcida", ha enmarcado a este respecto.
ha enfatizado que se ve respaldada por el informe psicológico de la Asociación Adima, que calificó su testimonio como "probablemente creíble" y detectó síntomas compatibles con una víctima de abuso sexual.
Además, el tribunal ha subrayado que el propio acusado admitió haber mantenido contacto físico con la niña, lo que supone una corroboración parcial de su relato.
Por este motivo, el TSJA ha señalado que no se ha vulnerado la presunción de inocencia y que existen fundamentos suficientes para mantener la condena impuesta.
