La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a 20 años de cárcel a la mujer que abandonó a su hija recién nacida en un contenedor en la localidad de Los Palacios y Villafranca. La bebé tenía droga en la sangre y ella confesó que había consumido cocaína y alcohol en el parto.
Los hechos ocurrieron en diciembre de 2023. Entonces, a media tarde, se puso de parto en la casa de un conocido con una minusvalía de más del 60 por ciento. Al dar a luz, explicó la ahora condenada, la bebé se dio un golpe en la cabeza.
Siempre en la versión de la mujer, entonces pidió a su amigo que metiera a la niña "en una bajita" y él le ayudó también a abandonarla en el contenedor. Pero la bebé no estaba muerta, aunque sí con rastros de droga en el cuerpo.
Así, el tribunal condena a la mujer por un delito de tentativa de asesinato, con la agravante de parentesco y la atenuante de drogodependencia. Además de los 20 años de cárcel, no podrá acercarse a su hija en 24 años y deberá pagarle 45.000 euros.
Sin embargo, el hombre que la ayudó a meter a la bebé en una caja y a abandonarla en el contenedor ha quedado absuelto, señalan fuentes judiciales. Eso sí, debe indemnizar a la niña con 15.000 euros.
Acogida
Así, la sentencia considera probado que la acusada y su hija de seis años de edad residían en una vivienda de Los Palacios con sus padres de acogida, “a los que había ocultado su estado de gestación”.
El día del parto se fue al baño y allí dio a luz. Ella misma cortó el cordón umbilical, “decidiendo, dada la ocultación de su embarazo, deshacerse del bebé”.
Para ello, “y con el fin de acabar con la vida de la recién nacida”, la acusada utilizó dos bolsas de plástico en las que introdujo a la pequeña, “siendo auxiliada” por el acusado.
El hombre, indica el juez, "se hallaba residiendo provisionalmente en el domicilio pues sus padres tenían estrecha amistad con la familia” de la condenada, “en la que habían delegado el cuidado del procesado mientras su madre se recuperaba de una estancia hospitalaria”, añaden los magistrados.
Tras indicar que la acusada “se encontraba con esta única compañía” en el momento de los hechos, el tribunal señala que el acusado tiene reconocido un grado de minusvalía del 67 por ciento y, por ello, “tiene grave limitación de sus facultades intelectivas y volitivas hasta tal punto que no era consciente ni tenía capacidad para comprender la gravedad de los hechos.
Así, el hombre “se limitó a obedecer la orden” de la acusada, “la cual le entregó a la niña con el encargo de depositara en los contenedores ubicados a escasos cien metros de la vivienda”.
La sentencia considera probado que, seguidamente, el acusado “introdujo la bolsa con la recién nacida en el fondo de uno de los contenedores y regresó al domicilio” de la encausada, “en el que ésta había permanecido limpiando los restos del alumbramiento con el fin de eliminar cualquier indicio del parto, conminando” a su amigo a “no contar nada”.
Vecinos
La menor fue hallada en los contenedores por unos vecinos que la trasladaron a un centro médico de la localidad, desde donde fue trasladada a un hospital de la capital, prosiguen los magistrados, que consideran que la pequeña “ha logrado sobrevivir gracias a la rápida asistencia de los vecinos y del personal médico”.
La acusada fue detenida finalmente día 9 de enero de 2024, permaneciendo en prisión provisional por estos hechos desde el día siguiente.
