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Los agentes del Destacamento de Tráfico de la localidad sevillana de San Juan de Aznalfarache han interceptado un camión que circulaba de "manera anómala", que transportaba 18.000 litros de gasóleo por la A-49 en dirección Huelva.

Varios conductores alertaron a la Guardia Civil de la presencia de un camión que circulaba "erráticamente", poniendo en peligro la seguridad vial.

Agentes de tráfico localizaron el vehículo y observaron "de primera mano" cómo casi colisiona contra un turismo durante un adelantamiento. Los agentes circularon detrás del camión durante siete kilómetros y activaron señales acústicas y luminosas, "sin percatarse de las mismas el conductor".

Ante esta situación, los agentes se vieron obligados a situar el vehículo oficial delante del camión para frenar su avance y lo guiaron hasta una zona segura fuera de la vía principal. Allí consiguieron detenerlo "bajo unas medidas de seguridad óptimas".

Tras identificar al conductor, se le realizaron las pruebas de alcoholemia y detección de drogas, con resultado negativo en ambas.

Sin embargo, al inspeccionar la documentación se comprobó que transportaba una cantidad de gasóleo catalogada como mercancía peligrosa.

Contaba con siete infracciones

Los agentes detectaron siete infracciones en el cumplimiento del Reglamento General de Conductores de mercancías peligrosas ADR (Acuerdo europeo sobre transporte internacional de mercancías peligrosas por carretera), entre ellas "la aminoración del tiempo de descanso, y la conducción ininterrumpida por parte del conductor".

Finalmente, la investigación llevada a cabo por el Destacamento de Tráfico de San Juan de Aznalfarache, ha establecido como principal hipótesis de los hechos descritos la "distracción en la conducción" por parte del conductor.

La intervención ha finalizado con la propuesta de siete sanciones administrativas en base al Reglamento de Conductores, una de ellas de carácter grave.