En uno de los márgenes del río Guadalquivir, entre el Puente de la Barqueta y el Jardín Americano, se encuentran los Jardines que llevan el mismo nombre del río.
Se trata de una extensión de casi ocho hectáreas de terreno que fueron concebidas para mostrar la vegetación de cinco continentes durante la Exposición Universal de 1992.
Sin embargo, durante muchos años, buena parte de los Jardines del Guadalquivir ha permanecido a oscuras, con accesos incontrolados, estructuras ocupadas, patrimonio destrozado y zonas donde, además de botellones, se ha practicado cruising o, lo que es lo mismo, el sexo al aire libre.
Ante esta situación, el Ayuntamiento de Sevilla anunció en 2024 un proyecto de recuperación del recinto que, además de ser uno de los parques más singulares de Sevilla, se ha convertido en uno de los más degradados.
El Consistorio ha comenzado a dar pasos dentro del proyecto general y ha rehabilitado los caminos centrales de los citados jardines.
Lo hace mientras continúa pendiente la firma del convenio que le permitiría asumir la titularidad completa del recinto, que aún pertenece a la Junta de Andalucía, aunque fue cedido en gestión al municipio hace más de una década.
Los Jardines del Guadalquivir fueron diseñados como un recorrido vegetal por los cinco continentes. Contaban con más de 190 especies de árboles y plantas, fuentes ornamentales, esculturas de autores internacionales y caminos que conectaban con otros espacios de la Cartuja.
Todo ello integrado en una pieza de paisaje urbano a orillas del Canal de la Expo. Más de treinta años después, buena parte del parque se ha ido degradando. La iluminación fue sustraída; las fuentes se quedaron sin agua; los monumentos, grafiteados o rotos; y algunas construcciones, como la antigua casa del jardinero, han llegado a estar ocupadas.
Actuaciones en marcha
Pese al deterioro visible en varias zonas, el Ayuntamiento ha comenzado una intervención dentro del plan de recuperación de los jardines. Según ha informado el área de Parques y Jardines, ya ha concluido la rehabilitación integral de los caminos centrales, que presentaban un firme en mal estado.
La obra ha supuesto una inversión de 90.857,43 euros y ha consistido en la renovación de una superficie de 6.163 metros cuadrados, donde se ha retirado el albero degradado y se ha sustituido por otro tipo de albero más fino, estabilizado con cal.
Además de la mejora de la accesibilidad, el Ayuntamiento ha completado una gran plantación ornamental. En total, se han incorporado 11.450 rosales de 16 variedades distintas, seleccionadas por su resistencia al clima, su valor decorativo y su floración prolongada.
Entre ellas figuran La Sevillana, Knock Out, Iceberg, Flamenca o Gold Bonica. También se han plantado 60 nuevos árboles de la especie Platanus x hispanica (plátano de sombra), como parte de la campaña municipal de plantación de arbolado.
Trabajos de rehabilitación del Ayuntamiento de Sevilla.
Según el Consistorio hispalense, en próximas fases se estudiará la recuperación de los antiguos parterres de plantas aromáticas y arbustivas.
En palabras de la delegada de Arbolado, Parques y Jardines, Evelia Rincón, estas actuaciones "garantizan una mayor durabilidad y una mejora sustancial en la accesibilidad y seguridad de este eje central de uno de los parques más singulares de Sevilla".
También ha destacado que, aunque aún queda mucho por hacer, este tipo de mejoras "refuerzan su valor como zonas de encuentro, paseo y descanso".
Un convenio pendiente
La recuperación integral del parque pasa por un paso previo: el cambio de titularidad. Actualmente, la Junta de Andalucía es la propietaria legal del recinto, aunque en 2011 lo cedió al Ayuntamiento para su gestión.
Ambas administraciones han expresado su voluntad de formalizar un traspaso definitivo, que incluiría también otros suelos del entorno del Canal de la Expo.
La Junta, además, ha ofrecido dos inmuebles anexos para que el Ayuntamiento pueda venderlos y financiar así parte de la inversión en el parque.
El problema es que la cesión requiere un cambio del planeamiento urbanístico, lo que obliga a una mayoría cualificada en el Pleno municipal. Ese respaldo no se ha conseguido todavía, lo que impide al Ayuntamiento firmar el convenio con la Junta y disponer plenamente del espacio.