Los últimos años han sido testigos del crecimiento de los clubes de fumadores de marihuana en Sevilla. Son entidades privadas en las que sus socios consumen esta sustancia bajo una serie de pautas marcadas.
"Hace cinco o seis años había 30 clubes y ahora hay unos 110", revela Javier Díaz, uno de los mayores conocedores de este tipo de asociaciones en España.
Junto a otros dos socios es responsable de Los Mejores Humos, una empresa que, además de ofrecer un directorio gratuito de estos clubes en su página web, ofrece a dichas entidades un software para gestionar sus socios.
Es la fuente más cercana a la oficialidad en torno a estas asociaciones. Plantean una fórmula "alegal" en torno al consumo de marihuana.
En su mapa de Sevilla aparecen unas 50 asociaciones, pero, según reconoce Javier, hay más de 100. Algunas, según apunta, prefieren mantener su privacidad. El número se amplía hasta las 150 en el perímetro de toda la provincia.
Las palabras de Javier constatan una realidad que muchos sevillanos han percibido en los últimos años. Este tipo de espacios, mayoritariamente opacos y sin ningún tipo de rótulo en su puerta, son cada vez más comunes, especialmente en las calles del Centro.
Ahí se acumulan la mayoría de clubes según indica el mapa de Los Mejores Humos. Entre Triana y Los Remedios hay al menos ocho. Y en zonas como Alcosa hay seis. El mismo número hay entre Nervión y San Bernardo.
¿Qué se hace en ellos?
El principal propósito de estos espacios es el consumo de marihuana. Pero además se organizan otras actividades paralelas.
Según explica Javier, no es como un bar, aunque también se ofrecen actividades. Hay planes para "pasar el rato" y no estar ahí "simplemente fumando porros", subraya.
Puede haber actuaciones musicales, pero también talleres de dibujo o charlas donde se informa de los beneficios del cannabis medicinal.
También hay juegos de mesa y pantallas, donde, por ejemplo, se puede ver el fútbol o jugar a videojuegos. "A veces hay un DJ poniendo música para crear ambiente", explica.
Charla formativa en una asociación cannábica de Sevilla.
En Sevilla los hay incluso con tres plantas y en la zona de Marbella, incluso algunos tienen piscina.
Indican desde Los Mejores Humos que Sevilla puede ser la cuarta ciudad con mayor número de clubes cannábicos. No es una extrapolación según el tamaño de población.
Donde más concentración hay es Barcelona, con unos 300. "Allí es habitual que todos los consumidores de marihuana acudan a clubes. En Sevilla hay gente que todavía no los conoce", explica. Por delante de la capital hispalense están también Madrid y la zona de Tenerife Sur.
Estatutos y normas
Para crear uno de estos clubes, hay que seguir el proceso de cualquier asociación. Deben ser como mínimo tres personas las que la inscriban en el registro de asociaciones, ya sea regional o en nacional.
Luego, conforman sus propios estatutos. Es ahí donde se identifican como asociaciones privadas para mayores de 18 años e imponen sus normas de funcionamiento.
Según indican en Mahón Abogados, un bufete de Sevilla especializado en el derecho cannábico, dichas asociaciones se han constituido basándose en el artículo 22 de la CE que regula el derecho fundamental de asociación, así como en la Ley Orgánica 1/2002 de 22 de marzo, que lo desarrolla.
Sin embargo, reconocen que su legalidad "es un tema controvertido, especialmente en lo que respecta a su dimensión penal".
Es la jurisprudencia del Tribunal Supremo la que marca qué comportamientos son constitutivos de delitos. Por ello, recomiendan varios controles.
Para consumidores habituales
El primero de ellos es que "solo los socios pueden consumir y solo dentro del local". Tampoco debe haber "contraprestación económica para adquirir productos derivados del cannabis".
Igualmente, no deben hacer publicidad ni promover el consumo. También recomiendan a las asociaciones que "solo puedan formar parte aquellas personas que prueben que son consumidores habituales".
Recalcan que "lo único que no está penado es el autoconsumo compartido". Sin embargo, sí avisan de que "el cultivo compartido sí se considera delito pese a que otras sentencias hayan avalado dicha tesis".
Además, recuerdan desde Mahón Abogados que "la cantidad de cannabis que puede estar en la asociación es mínima y siempre relacionada con los socios inscritos".
Socios avalados por otros ya registrados
Por otro lado, Javier Díaz indica que en dichas asociaciones "cualquier socio debe ser avalado por otro que ya esté registrado", explica.
Así, según señala, se evita que entren menores o gente que tenga intención de distribuir la marihuana ilegalmente fuera del local. En ellos suele haber una recepción donde se registra la entrada de los socios, diferenciada del resto de espacios comunes.
En la mayoría de ellos no se puede observar desde el exterior lo que hay dentro. Algunos, incluso mantienen los rótulos del negocio anterior. Es así, porque, según argumenta Javier, no son "establecimientos", sino "entidades privadas".
Pero no son secretos. Algunos de ellos incluso tienen su propia página web y redes sociales. En cambio, desde Mahón Abogados lo desaconsejan, ya que a su juicio, dichas asociaciones no deben tener "notoriedad pública".
Sea como sea, Sevilla ya cuenta con cerca de 150 clubes cannábicos que se reparten por toda la geografía de la provincia. En los últimos años han ganado terreno para que sus usuarios, siempre mayores de 18 años, puedan consumir marihuana en un entorno respaldado por la jurisprudencia.