La preferia solo tiene un punto en común que comparten todos los sevillanos: es para socios, y es que, pese a su tradición, es un tema que levanta discrepancias.
El regreso al formato tradicional de la Feria de Abril en Sevilla ha reavivado una antigua costumbre: el domingo de preferia. Aunque oficialmente la celebración comienza el lunes con la cena del pescaíto y el encendido del alumbrado, muchas casetas han retomado esta jornada previa como un día especial para ultimar detalles y compartir momentos.
Sin embargo, ni siquiera este día está exento de polémica. El debate sobre la preferia resurgió tras la modificación del modelo de la Feria, que en 2017 pasó de celebrarse de lunes a domingo a hacerlo de sábado a sábado.
Este cambio eliminó el tradicional domingo de preparativos, generando descontento entre algunos sectores. Con la vuelta al formato original en 2025, tras una consulta ciudadana en la que participaron más de 106.000 sevillanos y que resultó en una ajustada victoria del modelo tradicional, muchas casetas han decidido recuperar esta jornada, aunque no todos la denominan "preferia" .
Es el caso de Miguel Corredera, socio de una caseta en la calle Juan Belmonte. "Nosotros no hacemos preferia, es solo una comida pequeña entre los que acuden a terminar de montar la caseta". Asegura que los socios que van ese día "no son muchos".
En su caso, "el ambigú hace un arroz o un guiso, y la bebida la paga el socio", explica.
Preferia, sí
Por su parte, Charo Núñez, presidenta de una caseta en Ignacio Sánchez Mejías, sí emplea el término preferia. Explica que, en su caso, es una tradición: "Es el día en el que se termina de hacer todo".
Charo detalla que hace unos 30 años, los socios se reunían el domingo anterior para finalizar el montaje de la caseta: los hombres colocaban los toldos y las mujeres decoraban.
Con el tiempo, esta jornada se transformó en una comida compartida donde "cada socio lleva platos preparados desde casa", se cocina un guiso en la caseta y se pincha un barril de cerveza que se ofrece gratuitamente hasta agotarse.
Esta sevillana destaca la importancia de esta jornada: "Es un día muy señalado para nosotros. Lo perdimos con el modelo de Feria anterior y ahora lo hemos recuperado, así que es un año muy especial". Además, subraya que, en su caseta, son todos "como una gran familia".
"Esta caseta la fundaron nuestros padres, todos ellos vecinos de una misma barriada, y nosotros hemos cogido el testigo con la misma ilusión que ellos para que no se pierda lo mucho que trabajaron".
Otro presidente que usa el término preferia es Manuel Vázquez, que gestiona una caseta en Pascual Márquez. "Nosotros la hacíamos antes de que cambiara el formato hace años, y es solo para socios", apunta.
"Es una caseta familiar en la que mantenemos el contacto durante el resto del año, pero hay socios a los que solo vemos en la Feria". Aprovechan ese día para ponerse de acuerdo en cuestiones relativas al funcionamiento de la caseta.
Esta caseta acuerda con los responsables de la restauración la elaboración de un guiso. "Vamos a medias, nosotros ponemos parte del dinero", matiza. "Suficiente dinero pierden al haber quitado días de la Feria como para tener que invitar ellos", añade.
'Espichá'
Y, en última instancia, ni hay preferia ni deja de darse. En una caseta del Real, la del Centro Asturiano, no entran en sustantivos: para ellos es el día de la espichá.
María Llanes, socia de dicha caseta, comenta que la espichá es una tradición del norte de España. Así, mientras que en otras casetas se degustan guisos de garbanzos o arroces, en la suya se sirven chorizo a la sidra, huevo duro con pimentón, tortilla y empanada gallega, acompañados de sidra en lugar del típico rebujito.
En su caso, la espichá se paga de forma íntegra por parte del socio. "Somos muchos y es inviable hacerlo de otra forma, así que cada socio abona 25 euros por este día".
Una futura regulación
Aunque el Ayuntamiento de Sevilla no ha establecido una regulación específica para la preferia, el delegado de Fiestas Mayores, Manuel Alés, declaró que iba "a permitir lo que se ha permitido siempre", refiriéndose a las actividades previas a la Feria .
No obstante, advirtió que este periodo está pensado para "terminar el montaje" y apeló a la responsabilidad de los sevillanos sobre el uso que le den a las casetas. "No es Feria", insistió.
Así, el domingo de preferia se mantiene como una tradición viva entre los socios de las casetas, adaptándose a los tiempos pero conservando su esencia de convivencia y preparación para la semana grande de Sevilla.