Sevilla se prepara para vivir uno de los mayores eventos de su historia. La Cumbre de la ONU tendrá un impacto de 20 millones de euros en la economía de la ciudad, pero a su vez supone uno de los mayores retos que ninguno de sus equipos de Gobierno ha afrontado nunca.
Porque las rutinas de muchos sevillanos pueden cambiar durante cinco días, incluso durante algo más, porque algunos de los dispositivos ya estarán en marcha el sábado.
Nunca se han juntado tantos jefes de Estado en la ciudad como en esta 4ª Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo de la Organización de Naciones Unidas (ONU), su nombre oficial. Comienza el lunes 30 de junio y acaba el jueves 3 de julio.
Desde la Expo 92 no se vivía nada parecido, pero esta se prolongó durante seis meses. Ahora el reto es mayor. La ciudad tendrá que transformar parte de sus hábitos y el tráfico en algunas zonas puede ser "caótico", tal como avisó el alcalde hace unas semanas.
Los números hablan por sí solos. Habrá 12.000 participantes de 190 países. Llenarán los hoteles de la ciudad en una época donde las reservas suelen estar muy bajas, ya en pleno verano y con una ola de calor por delante.
Entre ellos habrá más de 60 líderes mundiales. Es el principal factor que complicará el tráfico solo por la organización del desplazamiento de sus caravanas de seguridad camino de FIBES y de los espacios emblemáticos donde se organizarán cenas de gala.
Entre Policía Local, Policía Nacional y Guardia Civil habrá más de 7.400 agentes movilizados. Muchos de ellos procederán de diversas partes de España.
Un coste de 2 millones
Para el Ayuntamiento de Sevilla, la Cumbre de la ONU tendrá un coste de 2 millones, según informaba este juves el alcalde, José Luis Sanz, en el Pleno.
Se gastarán 1,5 millones de euros en la partida destinada a las horas extra de Bomberos y Policía Local. Estos últimos cobrarán hasta 720 euros por día trabajado, según la información de Diario de Sevilla.
Además, hay otra partida de 100.000 euros solo por el hecho de paralizar algunas obras, como la de la calle Santa Ángela de la Cruz. Es consecuencia de la cena de gala del próximo domingo en el Palacio de las Dueñas.
Además, Lipasam tendrá que emplear 250.000 euros solo en retirar 525 contenedores y 387 papeleras de la zona de Sevilla Este y el Centro.
Es una medida de seguridad acordada con el Gobierno de España que obligará a trabajar a 64 trabajadores más, además de habilitar puntos alternativos para la recogida de residuos.
Doble impacto económico
A cambio, se calcula que el impacto económico para la ciudad será de 20 millones de euros. Es lo que se estima en función de otros eventos similares como la COP25 del cambio climático que albergó Madrid en diciembre de 2019.
Pero no solo será eso. Hay un acuerdo firmado por el que el Gobierno inyectará capital a Contursa, la empresa turística del Ayuntamiento de Sevilla, gestora de FIBES, la sede de la cumbre. Actualmente, está en marcha un plan de viabilidad porque llegó a tener una deuda de 17 millones.
Aunque los datos son confidenciales, según reveló ABC, el importe es de 55 millones de euros. No obstante, Sanz ha aclarado que la cifra es una aproximación al coste total que supondrá la cumbre. Va más allá del beneficio que puede suponer para dicha sociedad.
Más allá de los 20 millones de euros para la economía local y del alivio para una empresa en problemas como Contursa, el alcalde ha subrayado la importancia de que durante cinco días todo el mundo mire a Sevilla.
Sevilla, en el centro de las decisiones
Así lo manifestó en el Pleno y en un bando, una herramienta administrativa que se emplea solo en circunstancias excepcionales. En él pedía la máxima de la colaboración de los sevillanos y pedía disculpas de antemano.
Sanz insistió en que las conclusiones que se saquen en Sevilla sobre la financiación para el desarrollo pueden quedar para la historia.
Casi 200 países se reunirán para decidir cómo abordan las futuras políticas de sostenibilidad, cambio climático y digitalización, tres de los ejes que guiarán las decisiones de los próximos años.
Sevilla estará en el centro de todo. Desde el Ayuntamiento de Sevilla creen que eso, junto al beneficio económico, compensará las molestias que los ciudadanos empezarán a sufrir, en algunos casos desde el mismo sábado.
De Sevilla Este al Centro
Un ejemplo es que el Alcázar quedará cerrado el fin de semana por la cena de gala del próximo domingo. Los bares del entorno del Palacio de las Dueñas y del Alcázar tendrán que retirar sus veladores en los días cercanos a la cenas de gala. No se podrá aparcar en el entorno del primero.
La zona más afectada será Sevilla Este. Habrá un perímetro de seguridad en torno a Fibes y no se podrá circular por la Avenida Alcalde Luis Uruñuela desde Luis Fuentes Bejarano hasta Emilio Lemos, así como en el espacio comprendido entre Miguel Ríos Sarmiento, Urbano Orad, Secoya y Eufrates.
Se mantendrá desde primera hora del lunes 30 hasta el día 3 de julio hasta las 19:00. Para compensar habrá autobuses gratis y aparcamientos alternativos.
Pero también se restringirán algunas calles del Centro, fundamentalmente en las cercanías del Alcázar y el Rectorado de la Universidad de Sevilla. Igualmente, habrá otras restricciones de las que el Ayuntamiento se ha comprometido a informar puntualmente.
El reto organizativo es mayúsculo, pero repercutirá positivamente en la ciudad, según reiteran desde el Consistorio, y mucho más allá de los 20 millones de impacto. Serán cinco días en los que todos los ojos del mundo mirarán a Sevilla.