Una de las características del cine de Rodrigo Sorogoyen es su perfeccionismo. Cada plano, cada decisión estética, está cuidada hasta el último resquicio. El director ha alcanzado un dominio como realizador que llegó a una cima con Antidisturbios, sin duda una de las mejores series que se han hecho en España. Después de un pelotazo como la ficción de Movistar+, cualquier director hubiera decidido ir más allá. Caer en el clásico ‘cuanto más grande mejor’. Sin embargo, Rodrigo Sorogoyen nunca cumple lo que se espera de él, y ha decidido enfrascarse en un proyecto que le ha llevado a una aldea del Bierzo a rodar un guion que estaba en un cajón sin que se atreviera a rodarlo.

Tras la primera parte del rodaje de su nueva película, de título As Bestas, ha enseñado unas primeras imágenes a un reducido grupo de periodistas entre los que se encontraba EL ESPAÑOL. El parón es por fuerza mayor, la trama del filme tiene una elipsis que hacía que la primera mitad se rodara durante tres semanas y media en verano; y la segunda a partir de mediados de noviembre durante otras cuatro semanas. Lo del perfeccionismo no ha cambiado. Mientras otros hubieran enseñado unas escenas sin más, lo que ha mostrado Sorogoyen podría ponerse directamente en cualquier sala, y eso que queda toda la posproducción. Los poco más de 20 minutos vistos prometen uno de los títulos más esperados del 2022 -se espera que esté acabada en mayo-. Desde su primera escena, donde tres hombres luchan contra un caballo para realizarle la tradicional rapa das bestas, uno se queda con la boca abierta.

As Bestas cuenta la historia de Antoine y Olga, una pareja francesa que se instaló hace tiempo en una aldea del interior de Galicia. Allí llevan una vida tranquila, aunque su convivencia con los lugareños no es tan idílica como desearían. Un conflicto con sus vecinos, los hermanos Anta, hará que la tensión crezca en la aldea hasta alcanzar un punto de no retorno. En estas primeras imágenes se intuye esa tensión entre esa pareja que interpretan Denis Menochet y Marina Fois; y los hermanos a los que dan vida Luis Zahera y Diego Anido. También se intuyen los temas sobre los que orbitará la trama: el extranjero, la tierra…

Rodrigo Sorogoyen en el rodaje de Antidisturbios.

“En nuestras películas los temas van mutando, pero es verdad que en esta hay varios, creo que hay uno que se puede detectar ya claramente en estas imágenes y que con los años se ha ido potenciando por motivos obvios por cómo ha avanzado la sociedad, el país y el continente. Uno de los temas es la tierra, la patria, quién puede considerar que una tierra le pertenece y por qué, ¿sólo por haber nacido en ella, por ser quien la cuida más?, ¿quién tiene más derecho o nadie tiene derecho? En estos lugares habréis oído todos historias sobre conflictos que surgen por una linde de nada, y les va la vida en ello”, cuenta Rodrigo Sorogoyen después del visionado de estas escenas en crudo.

La elección de una pareja francesa tampoco es casual, en una de las escenas mostradas se ve el rencor hacia los franceses, un rencor histórico. “Creo que con extranjeros funcionaba mejor, y el motivo de la lengua me fascina también. Nos gustaba que fueran europeos porque hay una superioridad moral, o lo que tú puedes creer que es una superioridad moral cuando vienen. Tenía que ser un país que sintieras que te miran por encima del hombro o al que nosotros miremos por debajo del hombro”, explica el director, que también confiesa que influye el hecho de que haya producción francesa.

Uno de los temas es la tierra, la patria, quién puede considerar que una tierra le pertenece y por qué, ¿sólo por haber nacido en ella, por ser quien la cuida más?, ¿quién tiene más derecho o nadie lo tiene?

La zona elegida es una aldea cerca del Bierzo, y la historia tiene una naturaleza gallega y elementos reales que enriquecen el suspense, como el cabreo de estas pequeñas localidades por las prácticas de las empresas de energía eólica, “que han puesto molinos gigantescos y se han carcago el ambiente, la fauna y les han dado muy poca pasta”, apunta Sorogoyen que ha contado con su equipo de confianza: Alex de Pablo como director de Fotografía, Olivier Arson componiendo la banda sonora, Alberto del Campo montando y la más importante, su inseparable Isabel Peña como guionista. Ella es su compañera de batallas, y ella está desde el primer borrador de guion desde hace mucho tiempo.

Precisamente, justo después del éxito de Que dios nos perdone, pensaron en presentarle el proyecto a Gerardo Herrero, pero finalmente optaron por rodar El reino. Desde entonces “lo hemos ido mejorando, supongo, pero creo que entonces ni mi equipo ni yo estábamos preparados para hacer esto”. “Habla de cosas mas profundas para mí, supone trabajar con dos actores extranjeros, que eso me daba más respeto en aquel momento, y en mi cabeza, formalmente, siempre ha sido una película así, y puede q no estuviera preparado, porque rodar con cámara en mano es más fácil. Hay cosas que te crees que son sencillas, que tú tienes el plano claro en cabeza y luego allí no sale, y con cámara en mano puedes hacer lo que quieras”, apunta sobre esto retos que le han llevado a usar trípode, dejar los grandes angulares (“están prohibidos”) y buscar una “sensación de wéstern clásico”.

A pesar del buen sabor de boca que dejan estas primeras imágenes, el perfeccionismo de Rodrigo Sorogoyen vuelve a salir. ¿Qué has pensado cuando has visto de nuevo estas imágenes? "Hay muchas cosas que retocar, hay cosas que mejorar". 

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