Sevilla

Hay apellidos que marcan toda la vida. Y el de Chaplin es uno de ellos. La herencia de uno de los genios de la historia del cine grabada a fuego hasta en el DNI. Difícil escapar de ese legado. Para lo bueno y para lo malo, toda su estirpe será comparada con él. Si encima deciden dedicarse al mundo del cine será inevitable referirse al maestro cada vez que se hable de ellos. Le pasó a Geraldine, su hija y una de las actrices más queridas en la industria del cine español. Poco a poco empezó a ser reconocida por su propio trabajo en una carrera en la que ha estado nominada tres veces a los Globos de Oro.

El prestigio se lo ganó también en nuestra industria, donde se ha convertido en la musa de Juan Antonio Bayona, y donde se llevó un Goya a la Mejor actriz de reparto por En la ciudad sin límites. Ahora es su hija la que pisa fuerte. Oona Chaplin siempre será la nieta de Charles, pero poco a poco se ha hecho un nombre propio en el cine internacional y todos los directores se la rifan para tenerla en sus proyectos. Estuvo en Juego de Tronos, en Black Mirror y en Taboo, tres de las mejores series de los últimos años, y ahora viajará Pandora de la mano de James Cameron en las secuelas de Avatar.

Oona Chaplin en Tierra Firme.

Mientras tanto sigue en el cine español, y el 24 de noviembre estrena Tierra Firme, la esperada película de Carlos Marqués-Marcet tras la sorpresa que supuso 10.000 Km. Una nueva radiografía a las relaciones modernas en la que Chaplin da vida Eva, una joven inglesa que vive en un barco con su novia Kat (Natalia Tena). Ella quiere tener un hijo, y sugerirán a su mejor amigo (David Verdaguer) que se el donante de esperma.

Una película que nace del mismo equipo de la ópera prima de Marqués y que ha inaugurado con éxito el Festival de Cine Europeo de Sevilla. Oona Chaplin se siente orgullosa de que ellos “que son grandes amigos” le hayan adoptado “en su circo loco”. A pesar de que sean personajes ficticios, hay algo familiar en la relación de estos tres personajes, y es que ellos acabaron siendo una pequeña comunidad en la que “exploraron la vida, el amor, el sufrimiento y la soledad”. “Son gente que te aporta sabiduría, muy tiernos y muy curiosos por explorar ese bicho que es el ser humano, es un lujo trabajar con gente así”, cuenta la actriz a EL ESPAÑOL.

Detrás de Tierra Firme hay una crítica a una nueva generación que perpetúa los errores que recriminaron a sus padres, y que se creen mucho más modernos de lo que realmente son. “Las relaciones ahora son muy diferentes a hace 30 años. Vivimos un momento en el que se cuestiona qué es lo aceptable en la sociedad, y nosotros estamos marcando el camino para que las próximas generaciones lo tengan más fácil y se puedan expresar de una forma más natural. Ese momento de decisión -aquí el de ser padre- nos llega a todos, y con ese momento ¿qué se hace?, porque es un compromiso muy grande y da miedo”, apunta la actriz.

Tengo la suerte de estar muy orgullosa de mi familia, y no todos pueden decir eso. Todo el mundo amaba a mi abuelo y aman a mi madre, eso una gran bendición

Ella sabe que lo importante es ser “valiente”. “Nuestros padres dieron un paso muy fuerte y lo fueron, y nosotros tenemos que dar otro, aunque tenemos que tener claro que no vamos a llegar dónde queremos, nunca conseguiremos que todo esté bien. Así que hay que tranquilizarse y conectar con la verdad de uno”, añade.

A pesar de que apueste por la valentía, cree que nadie puede imponerle a la gente ese sentimiento, y que cada uno “tiene el derecho divino a estar tranquilo”. “Eso es lo lindo de esta película, que habla de la libertad de elección, y aunque sea complicado, hay veces que uno lo que quiere es la tranquilidad, aunque eso suponga sacrificar el alboroto”, apunta.

En Tierra Firme comparte escenas con su madre, una Geraldine Chaplin que vuelve a robar la película en sólo tres escenas. Una experiencia que Oona ha disfrutado y que califica como “un lujo”. “Me encanta trabajar con ella. La amo con todo mi corazón, es una mujer increíble, una actriz magnífica y una presencia en el ser que te recuerda la fuerza que tiene el arte y que hace que la verdad resuene en lo más profundo del alma”, dice orgullosa.

Para ella la etiqueta de su apellido no pesa. Nunca lo hará. Ella saca pecho y sabe que ese Chaplin “es un privilegio”. “Tengo la suerte de estar muy orgullosa de mi familia, y no todos pueden decir eso. Todo el mundo amaba a mi abuelo y aman a mi madre, eso una gran bendición, y yo también los admiro y los amo”.

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