La verdadera prueba de fuego para una película es su segunda semana en taquilla. Ahí es dónde ve si realmente ha conectado o no con los espectadores. Un segundo asalto que dice más de la vida comercial del filme que el estreno. Sólo hay que ver cómo las grandes superproducciones de Hollywood se hunden una vez ha pasado el efecto gaseosa del comienzo. En EEUU filmes como Batman V Superman cayeron en picado más de un 65% debido al mal boca a boca. En España los títulos que arrasan en sus primeros días suelen descender en torno al 50%. Aquellas que gustan mucho y que la gente las recomienda suelen perder sólo el 20% de sus espectadores. Sin embargo, Un monstruo viene a verme ha roto las expectativas y ha repetido las mismas cifras de su estreno. Otros 3,6 millones de euros según los primeros datos de ComsCoreMovieSpain.

La taquilla se ha rendido a los pies de Bayona y ni siquiera desciende tras una gran primera semana. Con esta recaudación ya supera los 11 millones de euros en sólo diez días y será cuestión de un par de semanas que se coloque como el taquillazo del año por encima de Mascotas y El libro de la selva, películas que apelan a un público más amplio. El boca a boca de Un monstruo viene a verme funciona como un tiro, y el miércoles pasado, festivo en toda España, consiguió ser la película más taquillera de la historia miércoles.

La taquilla se ha rendido a los pies de Bayona y ni siquiera desciende tras una gran primera semana. Con esta recaudación ya supera los 11 millones de euros en sólo diez días

Ahora todos los ojos estarán puestos en su tercer fin de semana y en la próxima Fiesta del Cine para ver hasta dónde puede llegar la película. Seguro que las nominaciones a los Goya acompañarán. Desde su distribuidora en EEUU intentarán que también se cuele en alguna categoría en los próximos Oscar. Alicientes para que la película pueda colocarse cerca de los 25 millones de euros al final de su carrera y peleará por superar a la ópera prima de Bayona, El orfanato, que al final de su vida comercial en España se quedó en esa cifra. El descenso de Un monstruo viene a verme es mejor que el de Lo imposible (cayó un 22%), aunque esta presentó cifras mucho más altas, y en su segundo fin de semana reventó la taquilla con siete millones de euros.

Historia de un éxito

En los últimos años han sido muy pocas las películas que han mantenido o aumentado su recaudación en su segunda semana. Ocurre con películas muy pequeñas que, tras los buenos comentarios, aumentan sus salas para llegar a más gente, pero en grandes estrenos es un fenómeno difícil de encontrar y que muestra una larga vida para la película. Dos de las últimas fueron dos comedias españolas.

Fotograma de Un monstruo viene a verme, el nuevo trabajo de Bayona.

El año pasado Perdiendo el norte aumentó un 8% el dinero logrado en su estreno. 1,3 millones en su segunda semana para un total de más de 10 para una película de la que no se esperaba ni la mitad. Entre los fenómenos de taquilla hay que destacar el de Ocho apellidos vascos, que ya en sus primeros días sorprendió con más de 2,8 millones de euros. Una película que no vivió una campaña de promoción mastodóntica, pero que fue un punto de inflexión para que el cine español volviera a arrasar entre el público. Una semana después de debutar con tanta fuerza dejó con la boca abierta a todos al aumentar un 51% y conseguir otros cuatro millones. La tercera semana volvió a subir en un acontecimiento nunca visto en la taquilla española y que la confirmó como el filme que más dinero ha recaudado en la historia de nuestro cine con 56 millones de euros.

Un monstruo viene a verme tiene complicado repetir estos datos dentro de siete días, pero ya nadie duda que, pese a un comienzo algo tímido, nos encontramos ante el taquillazo español del año.

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