La llegada de Netflix al mercado audiovisual ha sido una revolución. No sólo en la forma de ver y consumir series, sino también en su concepción y creación. Entre HBO, AMC y la plataforma de contenidos se ha establecido una competencia que hace que cada vez haya productos más ambiciosos. Esa frase hecha de que el mejor cine se hace en televisión es cada vez más real y, de hecho, muchos directores de Hollywood han dado el salto a la pequeña pantalla. Lo hizo David Fincher con House of Cards, Martin Scorsese con Boardwalk Empire y el año pasado las hermanas Wachowsky con Sense 8.

Los directores de Matrix han visto cómo sus delirios visuales chocaban en la taquilla una y otra vez. Duraciones larguísimas, historias complicadas y presupuestos desbordados que hicieron que su última creación fuera directamente a Netflix en forma de serie. Sense 8 fue uno de sus proyectos estrella y pronto se convirtió en un fenómeno de culto. Su historia de personalidades conectadas en diferentes puntos del mundo supuso una revolución, parte de ella fue provocada por su tratamiento desprejuiciado del sexo y la homosexualidad. No es de extrañar, Lana y Lili Wachowski (antes Larry y Andy) han sido dos abanderadas de la causa en favor de las personas transgénero y su primera serie es un canto a la igualdad.

De entre todos los personajes, fueron dos los que más dieron que hablar. Lito y Hernando, la pareja gay de la que la audiencia cayó enamorada. Lito es producto español. Miguel Ángel Silvestre dio el salto con la serie, igual que lo hizo Poncho Herrera, el mexicano que da vida a su novio, pero que ya trabajó en otro fenómeno de masas como Rebelde. Herrera estrena este viernes la coproducción hispanomexicana El elegido, donde interpreta a Ramón Mercader, el asesino de León Trotsky bajo las órdenes de Antonio Trashorras. El actor parece llamado por Hollywood y este año estrenará la versión televisiva de El exorcista de la que ya se ha encargado la temporada completa antes de su estreno. A pesar de ello parece que se niega a convertirse en estrella y se comporta con una humildad desarmante. Recomienda películas, pregunta y bromea con su acento. Quitarlo para interpretar a Mercader fue, sin duda, lo más difícil para él.

“Obviamente, como verás, soy mexicano y hablo con acento mexicano, así que tuve que entender la forma en la que habláis acá. Tuve un 'coach' de acento y fue muy, muy difícil quitármelo. Nuestro acento es muy necio”, cuenta riendo a EL ESPAÑOL. El actor sale más que airoso, ni rastro de su deje en esta película que todavía busca fecha de estreno en su país. El resultado mereció la pena, además pudo profundizar más en la vida de Mercader, conocido en México por ser asesinado allí y por ser acogido por Diego Rivera. Pero no valía con eso, quería empaparse y entender lo que ocurrió hace 76 años.

Las revoluciones son algo que no tienen tiempo, constantemente hay revoluciones y te puedo mencionar precisamente lo que está ocurriendo en España

“Quería conocer bien la historia, y no me refiero sólo a la historia de Ramón Mercader, sino a lo que realmente estaba pasando a la gente que vivía en México, y la situación de España y la URSS. Antonio me proporcionó una información brutal”, cuenta mientras explica que cree que el atractivo de El elegido es que más allá de un filme histórico tiene algo atemporal. “Las revoluciones son algo que no tienen tiempo, constantemente hay revoluciones y te puedo mencionar precisamente lo que está ocurriendo en España, que os recortaron muchísimos millones en Cultura y eso es alarmante y está ocurriendo también en México. Esto genera un descontento y hay que salir, esto es atemporal”, afirma Poncho Herrera.

A pesar de que haya motivos para salir a las calles, Herrera cree que la gente joven ha perdida capacidad de lucha, algo que tendría que cambiar. “En mi país, por ejemplo, ha habido 250.000 muertos y la sociedad mexicana parece que se ha quedado pasmada sin hacer nada y eso es muy peligroso, darte cuenta de lo que está sucediendo alrededor y que la gente se quede así”, dice poniéndose serio por un segundo.

Un rebelde convertido en icono gay

Poncho Herrera acaba de terminar el rodaje de la segunda temporada de Sense 8, que se estrenará a finales de año. Él se muestra encantado con participar en un producto de esta envergadura y más en una “plataforma revolucionaria” como Netflix. Su personaje le ha llevado a convertirse en un icono gay, lo que considera un “halago” y cree que “tiene que ver con esta historia y con Netflix, que ha democratizado la forma de ver contenidos”. “Creo que es una serie que promueve la igualdad, tiene como mensaje que no importa tu género, tu preferencia sexual, tu raza, tu religión… y eso es maravilloso”, añade.

Tampoco reniega de su pasado telenovelero. Él fue uno de los protagonistas de aquel pelotazo llamado Rebelde (su versión mexicana) y lo recuerda con nostalgia y cariño. “Cuando tu niegas algo de tu pasado es como negarte a ti mismo. Yo recuerdo esa etapa con mucho cariño y fue mediáticamente impresionante. Gracias a eso me di a conocer en muchos lados, en Brasil todavía me reconocen como al personaje. Cuando terminó Rebelde me di cuenta de lo impresionante que fue todo”, recuerda.

Fíjate que a mí me gusta mucho mi país, me gusta mucho vivir en México. Allí está mi familia, mis amigos. Yo me he resistido a mudarme al norte, porque amo a mi país

A pesar de todo no se plantea dejar su México lindo, da igual la fama y el estrellato, el prefiere seguir en su hogar. “Fíjate que a mí me gusta mucho mi país, me gusta mucho vivir en México. Allí está mi familia, mis amigos. Yo me he resistido a mudarme al norte, porque amo a mi país. Mucha gente se va a Hollywood y se olvida de su país, pero yo no”, zanja.