La inteligencia artificial se desarrolla de forma tan veloz que la regulación que tanto reclama el sector de la cultura, el primero en empezar a notar las consecuencias de su alcance, parece cada vez más complicada. Mientras los sindicatos de actores y guionistas de Hollywood siguen en huelga, con este como uno de los temas claves de la negociación, Stephen Fry denuncia que una IA ha robado su voz y la ha usado sin su consentimiento en la narración de un documental.
El actor británico reveló en el Festival CogX, evento tecnológico organizado en Londres, que un software de inteligencia artificial tomó su voz de un material existente y la replicó a placer. "No dije ni una sola palabra, era una máquina. Utilizaron mi lectura de los siete volúmenes de los libros de Harry Potter, y a partir de ese conjunto de datos se creó una IA de mi voz, que hizo esa nueva narración".
"Lo que has oído no es el resultado de un mashup", dijo Fry a los asistentes tras reproducir un fragmento del audio en cuestión. "Es una voz artificial flexible, en la que las palabras se modulan para adaptarse al significado de cada frase", añadió Fry.
"Soy un orgulloso miembro del sindicato de actores SAG-AFTRA. Como saben, llevamos tres meses en huelga. Y uno de los temas candentes es la IA", dijo antes de apuntar que los peligros del mal uso potencial de esta tecnología afectan a la población en general. Sus implicaciones éticas y jurídicas plantean cuestiones cruciales sobre el consentimiento y la autenticidad que va más allá de Hollywood.
Esta falta de consentimiento suscita un importante recelo: la posibilidad de que una voz artificial flexible articule cualquier contenido. "Esta IA podría hacerme leer cualquier cosa", explica Fry. "Desde una llamada a asaltar el Parlamento hasta porno duro, todo ello sin mi conocimiento y sin mi permiso. Cuando me enteré de esto, se lo envié a mis agentes a ambos lados del Atlántico y se pusieron como locos: no tenían ni idea de que algo así fuera posible".
Kevin Bacon en la huelga de actores y guionistas
Fry subrayó una amenaza creciente en el ámbito de la IA: la aparición de vídeos deepfake muy convincentes. Advirtió que no pasaría mucho tiempo antes de que estos sofisticados algoritmos pudieran replicar la imagen y voz de forma que sea casi imposible saber si es real o no. "Y eso solo puede llevar al caos".
Las advertencias del actor británico llegan en un momento crucial, coincidiendo con la doble huelga de actores y guionistas contra los grandes estudios de Hollywood. La principal manzana de la discordia que alimenta esta huelga es la aplicación de la IA en la escritura de guiones y el posible uso de la imagen de los actores en futuras producciones sin necesidad de su consentimiento y sin retribución.