Murcia

De profesora de Secundaria a reclusa. Ese es cambio de rol que ha logrado evitar Amelia: una docente de la Región de Murcia que se enfrentaba a penas que sumaban 4 años de cárcel, por la discusión violenta que mantuvo con su madre por una simple báscula. El Fiscal la acusaba de una retahíla de delitos: vejaciones injustas, lesiones en el ámbito familiar y un intento de robo con violencia en casa habitada.

La surrealista disputa por la báscula jalona el historial de encontronazos que mantienen Amelia, madre, y Amelia, hija. El último episodio entre ambas quedó inmortalizado en un vídeo que se visualizó durante la vista oral y pone de manifiesto la malísima relación que mantienen durante los últimos años: unas veces por rifirrafes por herencias, otras por venta de inmuebles, incluso por una denuncia falsa.

La grabación se produjo en una casa en la localidad murciana de Los Alcázares, cuya propiedad se reparte la matriarca y sus tres hijos, uno de ellos Amelia. De hecho, esta profesora residía en el inmueble, a cambio de correr con los gastos de mantenimiento y de que su pareja sentimental le pagase una renta a la madre. El problema surgió cuando se rompió la relación y la madre de la docente dejó a la expareja entrar al inmueble a recoger unas cosas, entre ellas, la famosa báscula, a pesar de que Amelia le había dicho que no le abriera la puerta a su 'ex'. 

"Le dije expresamente a mi madre que si iba Francisco, no le abriera", tal y como declaró Amelia en el juzgado. "Esto demuestra la deslealtad de mi madre. Mi madre me mintió y me dijo que Francisco había ido con la Guardia Civil". Tan enfadada estaba esta profesora con su madre, por haber dejado a su expareja entrar a la casa a coger la báscula, que no dudó en montar cólera cuando la vio sentada en el patio. Así lo recogen las imágenes grabadas por la anciana, el 19 de mayo de 2018, cuando su hija regresó a la vivienda junto a una amiga con la que había salido a comer. 

Una profesora de Secundaria ha sido absuelta de los delitos de vejaciones injustas, lesiones y un intento de robo con violencia contra su propia madre.

La Fiscalía exponía en su escrito de conclusiones provisionales que esta profesora de Secundaria arremetió contra su madre: una mujer que por aquel entonces tenía 73 años. "Se dirigió hacia su madre, Amelia F. R., y le dijo que era una puta, una mete mierda, y que lo único que sabe hacer es hablar mal de ella a todo el mundo. Instantes después, con intención de menoscabar su integridad física, le propinó un fuerte empujón que le hizo caer contra una ventana".

A continuación, siempre según la Fiscalía, la profesora intentó quitarle un colgante a su anciana madre para compensar la pérdida de la báscula que se llevó su expareja: "Cuando su madre se encontraba sentada en una silla en el patio exterior de la vivienda, con la intención de enriquecerse a costa de los bienes ajenos, le dijo a su madre que le entregase la cadena de oro que portaba en el cuello y cuando esta se negó, intentó arrebatársela por la fuerza, forcejeando con su madre, la cual cayó el suelo".

Tal situación fue atajada por unos vecinos que entraron a la casa, ante los gritos desgarradores de auxilio de la anciana, y llamaron a la Policía Local. El asunto acabó en manos de la Guardia Civil que abrió un atestado por malos tratos en el ámbito familiar y durante la instrucción judicial, la Fiscalía solicitó la apertura de juicio oral contra esta docente por vejaciones injustas, lesiones por violencia doméstica y un intento de robo con violencia dentro de casa habitada.

Una de las acaloradas discusiones de la docente con su madre donde no para insultar a la anciana.

A pesar del contenido tan contundente del vídeo de la agresión y de otras acaloradas discusiones que figuran en la causa, Amelia ha sido absuelta tras ser defendida en el juicio por el prestigioso abogado Raúl Pardo-Geijo. No solo evitará la prisión, sino que además no deberá indemnizar a su madre con 400 euros, ni afrontará las costas del proceso ni cumplirá una orden de alejamiento de 500 metros durante tres años. La clave de esta sentencia han sido cuestiones jurídicas de fondo que han permitido al penalista desmontar todos los delitos que pesaban contra su clienta.

Valga como ejemplo que la acusación de violencia en el ámbito familiar ha decaído porque madre e hija no convivían juntas en la casa de Los Alcázares. Todo ello, a pesar de que el Juzgado de lo Penal número 2 de Cartagena admite en su sentencia que "ha quedado acreditada la comisión de la agresión" y que la anciana sufrió erosiones en el cuello y policontusiones de las que tardó diez días en recuperarse.

Raúl Pardo-Geijo ha sido el abogado de la profesora de Secundaria juzgada por agredir y robar a su madre.

El delito de robo con violencia también se ha deshecho como un azucarillo durante la vista oral. Todos los vecinos que socorrieron a la anciana, a lo largo de su declaración, han confirmado que la mujer portaba la cadena en su mano. De forma que en la profesora no existía un ánimo de apoderamiento y como argumentó su abogado, Raúl Pardo-Geijo, lo sucedido tendría encaje en un delito de realización arbitraria del propio derecho, actuando fuera de las vías legales: algo que no ha sido reclamado ni por el Fiscal ni por la acusación particular que ejercía la septuagenaria.

Amelia tampoco responderá por el tercer ilícito, el de vejaciones injustas, pese a haber sido "acreditado" en el juicio a través del vídeo. Todo ello, debido a que el artículo 8 del Código Penal establece que los hechos delictivos de menor gravedad deben ser absorbidos por aquellos que tengan un carácter más grave y esos han sido desmontados en el juicio. De modo que la profesora ha quedado absuelta ante la indignación de su anciana madre.