No ha gustado en Vox la entrevista que su militante Sayde Chaling-Chong concedió a EL ESPAÑOL el pasado 10 de octubre. El cubano es uno de los rostros más conocidos de la disidencia interna del partido de Abascal. Declaraba a este periódico que el partido se estaba convirtiendo en una estructura vertical populista. En algo que ya había sufrido en su Cuba natal con el castrismo. En la dirección nacional de Vox han tomado medidas: le acaban de incoar un expediente disciplinario.

Es un texto breve. Está fechado el 16 de noviembre de 2020 y ocupa poco más de 20 líneas. Allí se adjunta el enlace a nuestra entrevista y se justifica la medida argumentando que Sayde ha descalificado y menoscabado la dignidad del partido. Hablan de un ataque directo contra el ideario de Vox. La respuesta del todavía militante cubano no se ha hecho esperar: ha contraatacado con un recurso de 12 páginas explicando de forma pormenorizada tanto su intervención como las irregularidades que ha detectado. Todavía no ha recibido respuesta.

Esto puede ser el fin de Chaling-Chong como miembro del partido y él lo sabe. Porque estos expedientes suelen derivar en la expulsión. Tampoco le da miedo y pronostica que el tema acabará en los tribunales. El músico cubano vuelve a desafiar a la cúpula de su partido hablando de nuevo con EL ESPAÑOL.

El dichoso expediente

Dice Sayde Chaling-Chong (La Habana, 1980) que el mail que le mandó Vox con su expediente disciplinario le alegró el día. Le llegó una mañana de actividad frenética: “Había ido a una oficina de la administración a hacer unas gestiones y salí de allí cabreado por el montón de trabas que te ponen para hacer un trámite. Justo a la salida me paré en un puente. Como a descargar la rabia, tú sabes… y mira, me entra en ese momento un correo del partido diciéndome que estoy expedientado”

Confiesa que soltó una carcajada. “Después llamé a amigos y compañeros para lucir expediente. Por fin me han expedientado, qué guay”, se ríe. Porque Chaling-Chong reconoce que estaba “deseando que me abrieran uno. Para poder defenderme y para que me contesten acerca de unas irregularidades que denuncio y que todavía no han aclarado”.

Sayde es percusionista pero también toca el piano

El expediente le ha llegado tras conceder una entrevista a un medio como EL ESPAÑOL, vetado por Vox. Y dice textualmente que lo siguiente:



“Que, en la entrevista concedida por D. Sayde Chaling-chong García en el medio de

comunicación El Español, de repercusión Nacional, se realizan manifestaciones en las

que se descalifican y menoscaba la imagen y la dignidad del Partido, de los afiliados y

que constituyen un ataque directo al ideario del Partido. En dicha entrevista se daña

gravemente la imagen del Partido acusándola de estafa piramidal, populista y

comparándose al proyecto de Vox con dictaduras comunistas como la cubana

además de, equiparar a los cargos orgánicos y/o electos del Partido con líderes y

órganos dictatoriales.



SEGUNDO-. Que, como se indica en el encabezado de la presente resolución de

incoación de expediente 2020/124 el miembro de esté Comité, D. Juan Cremades, se

abstiene de intervenir en cualquier fase del presente procedimiento.



TERCERO-. D. Sayde Chaling-Chong García es afiliado, por ende, este Comité de

Garantías es competente para el estudio y el examen de los hechos denunciados en

relación con los derechos y obligaciones de los afiliados recogidos en el artículo 8 y 9 de

los Estatutos.



CUARTO-. Según se mantiene en la denuncia, los hechos manifestados podrían ser

constitutivos de la vulneración de sus deberes y obligaciones como afiliado

contemplada en el artículo 32 de los estatutos.



El Comité de Garantías, tras examinar su competencia, y las pruebas aportadas, por

unanimidad ACUERDA:



Incoar expediente disciplinario 2020/124 con la comunicación al interesado de la

apertura del mismo y conceder un plazo de 10 días para realizar las alegaciones que

considere oportunas y aportar las pruebas que fundamenten sus argumentos”.



Leche del grifo

Esta especie de ópera bufa en cuatro actos viene a confirmar, dice Chaling-Chong, “todo lo que yo dije en la primera entrevista: que en este partido no se puede discrepar de lo que dice la dirección sin que eso tenga consecuencias nefastas. Esto es como Corea del Norte: no critiquéis al líder. Pasa como en Podemos: diga lo que diga el líder va a haber una masa de gente aplaudiendo y jaleando. Esto es el populismo”.

Sayde sostiene una bandera de España en la puerta de la Generalitat

Para ilustrar cuánto cree que se parece esta situación a la Cuba castrista de la que él escapó, cuenta una anécdota de sus tiempos en La Habana. De cuando el régimen comunista tenía a una vaca llamada Ubre Blanca que batió todos los récords mundiales de producción de leche. El animal vivió entre 1972 y 1985. Su prodigiosa capacidad productiva la convirtió en un auténtico icono de la dictadura castrista.

“Salió un día Fidel a anunciarle a todo el país que muy pronto, los grifos de las casas cubanas iban a dar leche. No sabes cómo aplaudieron los partidarios de Fidel. ¡Leche directamente de los grifos! ¡Qué maravilla, otro logro del régimen!. Luego te pones a pensar un poco y te das cuenta de que es imposible. En un país como Cuba, con el calor que hace, no puedes montar un sistema para refrigerar toda esa leche y que no se ponga mala ni se llene de hormigas. Evidentemente los grifos de Cuba nunca dieron leche. Pero no sabes la cantidad de gente que aplaudió a Fidel por aquella “gran idea”. Pues en Vox pasa lo mismo: da igual lo que diga líder, que se lo celebrarán. Si Abascal sale diciendo que los grifos de España van a dar leche, le aplaudirán. Falta pensamiento crítico, porque al crítico se lo quitan del medio”.

El origen

Volviendo al expediente, Chaling-Chong cree que “tiene el recorrido que tiene, porque está mal desde el inicio. El Comité de Garantías, que es el que me lo ha abierto, no tiene la potestad de incoar un expediente así si no hay una denuncia previa. Yo quiero que me digan quién me ha denunciado”, explica.

En sus comienzo como disidente de VOX

El segundo punto del expediente habla de que un tal Juan Cremades se abstiene de participar en el procedimiento. Y esa es una de las claves del inicio del enfrentamiento de Sayde Chaling-Chong con su partido. El cubano lo resume: “Yo denuncié que Juan Cremades (Vox Barcelona), que era miembro del Comité Electoral (CEL), formaba parte también de una candidatura. No puedes ser juez y parte. Exigí que explicasen cuándo ese señor se inhibía, porque si hay incompatibilidades se tiene que inhibir. Pero eso no aparece en ningún acta de constitución del Comité Electoral. Ellos me dijeron que sí que lo hizo. Pero, ¿yo me lo tengo que creer de su palabra, si ni siquiera lo dejaron por escrito? Su palabra no me vale”.

Se ríe el cubano al recordar que cuando le respondieron a ese mail en el que pedía explicaciones por la polémica de Cremades, “empezaban con un ‘Buenas tardes’ aunque me lo mandaron a las once y pico de la noche”. Y que, lo más importante, en ningún caso le supieron documentar las presuntas inhibiciones de Cremades.

Apunta también Sayde que “no me puedo fiar de un comité en el que se encuentra Marta Castro, que es una persona que será procesada por un presunto delito de falsedad documental. Por eso, porque el CEL jamás me demostró documentalmente que el Sr. Juan Cremades se había inhibido. Por las cientos de irregularidades que han sido denunciadas, anomalías de las que tengo en muchos casos un amplio conocimiento y que nunca han atendido. Por todo eso aprecio de una forma muy evidente no son un órgano competente y confiable”.

“Porque no tienen potestad para incoarme un expediente, porque se han equivocado de articulos cuando me han contestado, porque no digo ni una mentira en la entrevista… Por todo eso y muchas más cosas, viendo el expediente creo que lo tienen difícil para sacarlo adelante. Pero como son una organización autoritaria, me acabarán expulsando. Esto acabará en los tribunales y ahí yo acabaré pisándole la cabeza al partido y arrastrándolos por el lodo”, advierte.

Conclusiones

Chaling-Chong sigue señalando lo que considera una degradación del partido y de su manifiesto fundacional. “Dijeron que venían a acabar con los chiringuitos y Abascal acaba de abrir una fundación. Si no es la fundación, el sindicato. Se han adaptado enseguida al sistema que venían a combatir. Dijeron que hacían una colecta para recaudar fondos contra el coronavirus y casualmente han ido todos a parar a organizaciones afines a Vox. Como esas, muchas”.

“Abascal se enfadó con esto porque lo he puesto frente a un espejo. Le he señalado todas sus contradicciones. Criticaba el casoplón el Coletas, pero en plena pandemia se pilla él su casoplón. No vas a predicar con el ejemplo así. Pero como tiene un séquito que siempre le ríe las gracias, esto va a ir a más. Ahora se van a cargar las primarias dentro del partido porque se han dado cuenta de que hay gente que les pide explciaciones y transparencia. Eso no les interesa. Se han ido cargando a todos los disidentes. El único candidato no oficialista que ganó esas primarias fue Enrique Vivero en Málaga. No ha tardado ni un mes en tener que dimitir porque no le han dejado trabajar. El que no pasa por el aro de Abascal es sometido a la inquisición del partido”.

“Para progresar en Vox hay que ser como esos cuatro monos: el que no ve, el que no oye y el que no habla. Yo digo cuatro porque en Vox habría que incorporar el que se tapa la nariz. Porque ahora huele mal. Huele a populismo puro, yo sé de lo que te hablo .Hay que taparse la nariz para no notar el hedor de los compañeros que ‘mueren’ en el intento e hacer las cosas bien”.

Y aunque supone que este expediente va a acabar con su expulsión del partido, tiene claro que “no voy a parar de hacer cosas. Si me acerqué a la política fue para eso. Para hacer. Porque en Cuba no puedo hacer., Le debo tanto a España… Es un país con todas las libertades garantizadas. Con sus fallos, como todos. El pueblo español es listo y es emocional. Acabará castigando a Vox por engañarnos. Es lo que yo le diría a Abascal si me lo cruzase: qué descarao eres, tío. Nos has engañado”, concluye. Engañado por Vox y por Abascal, pero con las mismas ganas de atizarle a cualquier populismo que amenace las libertades en España. Vox está a punto de cargarse a su garbanzo negro, aunque él no lo piensa poner fácil.

Noticias relacionadas