Vox ha expulsado a su concejala de Galapagar Cristina Gómez del partido. Conocida desde hace unos meses por hacer caceroladas ante la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero, ahora ha sido apartada del partido tras una denuncia ante la Guardia Civil por un supuesto delito dentro del ámbito familiar. La denuncia la ha interpuesto un conocido de la concejala tras una visita a la casa de esta. También ha sido expulsado Miguel Abolafía, otro concejal de Vox en el municipio.

El partido liderado por Santiago Abascal ha anunciado este jueves la expulsión de ambos, que se decretó al conocer que una persona cercana había denunciado ante la Guardia Civil haber sido testigo de comportamientos inapropiados de ambos frente los hijos de ella, hijos menores de edad.

Según relata el partido, la expulsión de Cristina y Miguel se produjo el pasado martes pocas horas después de tener conocimiento de los hechos. Pero además, el Director Nacional de Seguridad del partido, José Hidalgo, acudió al cuartel de la Guardia Civil de Galapagar para brindar la asistencia de la formación y de sus servicios jurídicos a todas las víctimas de los hechos denunciados. Y este miércoles se amplió la denuncia con nuevas informaciones de los testigos.

Cristina Gómez frente a la vivienda de Pablo Iglesias e Irene Montero.

Vox subraya que ha tardado solo 12 horas desde el conocimiento de los hechos hasta la expulsión de los implicados. Y denuncia que mientras Podemos "lleva meses bloqueando" la investigación sobre abusos de menores en centros de acogida en las Islas Baleares.

Esta concejala ya había sido protagonista de varias polémicas por sus acciones frente a la casa del vicepresidente segundo del Gobierno y la ministra de Igualdad, quienes han denunciado ante los tribunales por coacciones y acoso tanto en los alrededores de su domicilio como en redes sociales, aunque después el juez archivó la querella. Montero recurrió y volvió a perder. 

Además, Vox ya había abierto expediente disciplinario contra Cristina Gómez por varios comportamientos que el partido consideraba inapropiados, como las caceroladas frente a la casa de Iglesias y Montero o unas declaraciones "totalmente inapropiadas" contra Fernando Grande-Marlaska. Dijo que al ministro del Interior “le ponen los niñitos jovencitos”. 

Una concejal molesta

Cristina Gómez lleva ligada a Vox desde los inicios del partido. La primera vez que concurrió a las elecciones municipales bajo el paraguas de Vox fue en las que se celebraron el 20 de diciembre de 2015. Ocupaba un alto segundo puesto en una lista formada en su mayoría por independientes. En esas municipales la formación de Santiago Abascal obtuvo un total de 194 votos, un 1,35% del total. Fue la última fuerza votada en unos comicios que ganó el Partido Popular.

A pesar de ello, Gómez siguió pidiendo el apoyo para el partido. Lo mismo celebraba que Vox abría una sede en Murcia, que compartía cada una de las entrevistas de Santiago Abascal, Rocío Monasterio y compañía.

Cristina Gómez, tercera por la izquierda, y Santiago Abascal, tercero por la derecha; en 2017.

Y acto que Vox celebraba, ahí que iba. A Gómez le gustaba fotografiarse con Santiago Abascal, en septiembre de 2017, y con José Antonio Ortega Lara en algo tan residual como el cierre de campaña de Vox en el municipio de Guadarrama. También participó en la conferencia sobre política internacional que Vox celebró en septiembre de 2017, donde se retrató con Pedro Fernández, el concejal de la formación en Madrid que llamó “enfermos” a los gays. También ha participado en numerosas manifestaciones del partido de ultraderecha, a las que suele llevar a sus hijos.

Las primeras informaciones de esta denuncia aseguraban que Miguel Abolafía era el marido de Gómez, pero en realidad la mujer está divorciada. Abolafía solo es amigo y, ahora, excompañero de partido.  

A Gómez le precedía una fama de persona poco seria, según relataron fuentes del partido a este periódico. Por ello, en cuanto el partido empezó a crecer y a tener posibilidades reales en las elecciones locales, diluyeron su candidatura. El número uno de las listas de 2015 desapareció del mapa y, en vez de Gómez ocupar su lugar como sucesora, pusieron por delante de ella a otras dos personas.

En las elecciones municipales de mayo de 2019, Cristina Gómez se presentó como número tres y esta vez sí que consiguió una concejalía. Vox obtuvo un total de 2.104 votos, un 13,58%, una cifra mucho mayor que aquel 1,35% de los anteriores comicios. Pero ella logró el asiento por los pelos, ya que las listas estaban encabezadas por gente que despertaba mayor confianza entre las filas del partido.