Soledad Meana se iba a acostar este lunes cuando algo le quitó el sueño. Al día siguiente madrugaba de nuevo para abrir su frutería, como siempre. Sin embargo, alrededor de las 10 de la noche comenzó a recibir llamadas y mensajes en su móvil. Le amenazaban y pretendían boicotear su negocio, situado en La Felguera (Langreo), Asturias. Soledad no sabía qué estaba ocurriendo, pero en Twitter se había filtrado su número y se le estaba linchando virtualmente bajo el hashtag #LaFascistasdelaSole. En realidad, no era ella a la que buscaban ni a la que linchaban, pero un error de bulto le puso en el foco por haber filtrado ella, supuestamente, la dirección de las vacaciones de Pablo Iglesias e Irene Montero -cuando fue la tuitera Sol-.

Frutas y Verduras Sol es el negocio de Soledad Meana en la plaza de abastos de La Felguera. Nada más entrar en su web aparece un mensaje: “Comunicado importante: ante el acoso que estamos recibiendo por parte de usuarios a raíz de una publicación en Twitter, les comunicamos que nuestro equipo y establecimiento no tiene nada que ver con dichas acusaciones y por tanto, está en marcha una denuncia policial”. El número de la frutería es fácilmente accesible, pues algunos clientes realizan sus pedidos a la frutera por Whatsapp.

La anécdota podría parecer absurda, si no se hubiera linchado virtualmente a una trabajadora. Todo comenzó el pasado lunes. Una usuaria de Twitter, @_Soledad_R, puso un tuit que le ha causado bastantes problemas a Meana: “En estos momentos nuestro ‘vice’ Pablo Iglesias y familia en mi pueblo -Felgueras (Lena)-. Mientras la mayoría de los españoles sin vacaciones y en la miseria. Os dejo la ubicación por si queréis pasar a saludarlo”. Hubo quien identificó a Meana con este mensaje, confundiendo los pueblos de La Felguera con Felgueras, y filtró sus datos. A partir de ahí comenzó un linchamiento público a través de las redes sociales públicas y privadas.

Soledad acudió a la policía a denunciar los hechos. En La Nueva España, la dueña de esta frutería afirma que con esto “te das cuenta de que insultar y amenazar sale gratis porque, al parecer, sólo se puede actuar contra la persona que compartió mis datos”.

La empresaria mandó a pensar a aquellos que la acosaron. Los insultos cesaron cuando Meana contactó con miembros de Izquierda Unida y Podemos de la localidad. Soledad les está muy agradecidos porque fueron ellos los encargados de hacer viral que se trataba de una confusión y acabar con la pesadilla.

Insultos y amenazas en todas direcciones

El vicepresidente Iglesias y la ministra Montero no han tenido unas vacaciones que se puedan catalogar de tranquilas. El acoso a la frutera Soledad llegó antes de que ellos mismos sufrieran esto en su piel. Otro establecimiento, en este caso Casa María, situado en Felgueres, también recibió amenazas de boicot.

“Tendríamos que estar muy orgullosos de que un vicepresidente y una ministra, sean del partido que sean, hayan elegido nuestro pueblo para tomarse unas vacaciones. Pero algunos los reciben con amenazas. ¿Y qué han conseguido? Echarlos. Sólo eso. Me da vergüenza”. Fueron las palabras que dejó el otro día María Fernandes, la dueña de Casa María, en conversación con EL ESPAÑOL.

La espiral de acoso provocó que Iglesias y Montero tuvieran que volver a su casa de Madrid. El vicepresidente hizo públicas unas declaraciones en su página de Facebook en la que se despidió del pueblo que les había acogido.

“Lo que hace a nuestra familia la extrema derecha y ciertos medios es grave, pero hay que poner cada cosa en su contexto. Hay gente que ha pagado con su libertad, con su vida o con torturas defender sus ideas y hacer política. No es nuestro caso. No hay derecho a que mis hijos tengan sufrir las consecuencias del compromiso y las tareas políticas de sus padres, pero hay millares de niños en situaciones mucho más vulnerables. No va conmigo el victimismo”, dijo el dirigente de Unidas Podemos.

Entre múltiples muestras de agradecimiento, el vicepresidente del Gobierno escribió: “Gracias a los policías que nos acompañan cumpliendo su labor con la mayor profesionalidad y el mejor trato humano. Gracias a toda la gente que nos ha ofrecido su casa. Gracias a todos los que no se dejan intimidar por la ultraderecha y sus medios”.

“Su odio y sus amenazas no frenarán nuestro trabajo. El ejemplo de la gente corriente, honesta y valiente que no tiene miedo al fascismo, es para nosotros la mayor motivación para continuar. Seguimos”, finalizó su escrito el dirigente de la formación morada.

Al final, las vacaciones de los políticos de Unidas Podemos han acabado por convertirse en una vorágine de insultos y amenazas, que ha salpicado a meros trabajadores como María y Soledad. Juicios sin causas ni razón que ponen a cualquiera en la pira, bien sea porque acuden a tu local un vicepresidente y una ministra del Gobierno o porque alguien confunde Felgueres con La Felguera.

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