Las probabilidades de ser multado son cada vez mayores si uno incumple las reglas de circulación. A los radares y los controles rutinarios se le suman las llamadas ‘Patrullas Integrales de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil’. Es decir, agentes en motocicletas “equipadas con etilómetro, lector de drogas portátil y cinemómetro láser ligero”, ha recordado la DGT (Dirección General de Tráfico) a través de su cuenta oficial de Twitter.
Pero bien, ¿qué son y dónde actúan este tipo de agentes? Las Patrullas Integrales no son nuevas. El ministro de Interior en 2018, Juan Ignacio Zoido, las puso en marcha con motivo de la Semana Santa de aquel año. Invirtió 13,7 millones de euros en comprar 1.000 etilómetros Safir para hacer pruebas de alcohol, 694 lectores de drogas portátiles Alere, 60 cinemómetros láser ligero portátil veloláser y 291 nuevas motocicletas que se unían, entonces, a las 1.861 existentes.
Su objetivo, en aquel momento, era luchar contra la siniestralidad realizando “controles más dinámicos, inmediatos y operativos, en cualquier momento, vehículo o carretera”. Siempre, parando al usuario de la vía por la que circula, notificándole la sanción y la pérdida de puntos para evitar que este, después, identifique a otra persona como conductor para evitar esa mencionada pérdida de puntos.
De esta forma, en cualquier momento, un agente de la Patrulla Integral susceptible de haber detectado a un conductor incumpliendo las reglas de circulación, puede intervenir para notificarle dicha multa.
¿Dónde? En cualquier carretera. En un primer momento, Tráfico apostó por las vías secundarias, donde se producen la mayoría de los accidentes. Pero, desde entonces, estos agentes ‘camuflados’ también multan en las autovías y las autopistas de toda la red de carreteras española.
La mejor manera, por tanto, de no tener que pagar es circular correctamente, cumpliendo las normas y no dejándose llevar ni por la velocidad, ni por las prisas, ni por sustancias alcohólicas o drogas. Así, da igual que el conductor pase por una carretera con un radar fijo o móvil situado, o que un agente con una motocicleta le pare para comprobar el estado del conductor del vehículo.
Las motos utilizadas por estos agentes han sido expuestas en Motorama, el Salón Comercial de Motos que se ha celebrado este fin de semana pasado.
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