Rebelión en la autopista. La gente ya se ha cansado de barricadas y empiezan a plantarle cara a los CDR que han decidido unilateralmente bloquear Cataluña. Se está perdiendo el miedo y los afectados por los cortes de carreteras empiezan a responder a los saboteadores. La muestra es lo sucedido el jueves por la noche en la provincia de Tarragona, en el que hubo un enfrentamiento entre CDR y conductores bloqueados que acabó a golpes y con los CDR a la fuga.

Pasó en la autopista C-16, en la salida del municipio tarraconense La Selva del Camp. En torno a una decena de CDR encapuchados extendieron una barricada de palés de madera por la autopista, que impidió que los conductores que circulaban por la vía siguiesen su marcha. Tras provocar que se detuvieran, le pegaron fuego a la madera.

Los conductores, indignados, se plantaron en la línea del fuego para pedirles a los CDR ue les dejasen pasar. Los radicales se negaban y amenazaban con lanzarles maderas con fuego si se atrevían a intentar despejar el paso. El líder de la manada, un tipo encapuchado y vestido de color azul, era el que intentaba a amedrentar a los conductores bloqueados que intentaban retirar maderas: “No lo toquéis que os pegaré fuego”, se venía arriba.

Rebelión en la autopista: los CDR salen huyendo de un grupo de conductores enfurecidos

Insultos y fuego en la C-16

Uno de los afectados pedía pasar porque sus hijos estaban solos en casa: “Pues te esperas, no me da la gana”, respondía agresivo el líder de los CDR, creciéndose ante los insultos y los “estamos hasta los huevos” de los conductores. El radical se hacía fuerte en la barricada: “Aquí podemos estar todo el día”, les advertía pavoneándose, mientras los insultos y la ira de los bloqueados iba in crescendo.

Pero la multitud no estaba por conformarse con el bloqueo. Unos proponían ir acercándose con los coches a primera línea. Un camionero directamente proponía pasarles por encima con el camión. Y como los CDR optaban por hacer caso omiso a las quejas y seguir pegándole fuego a los palets, la multitud se cansó y explotó. Uno de los palés impacta directamente contra el tipo de la capucha azul, que se revuelve e intenta devolver el lanzamiento. Pero apenas puede moverlo un metro.

Sus colegas hacen ademán de arroparle en la pelea, pero es cuestión de segundos que empiecen a lloverles maderas ardiendo, impactando varias de ellas en los radicales. Así, entre insultos y lluvia de fuego, viéndose superados por una turba encendida, optan por la retirada a la carrera, tal y como se aprecia en el vídeo.

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