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    Una Semana Santa pasada por agua en el levante y seca en el noroeste. ¿Cómo ha afectado esto a los cultivos?

    Este 2019 ha arrancado especialmente seco en España. Pero la Semana Santa ha llegado con el agua, que ha afectado sobre todo a la zona litoral, suponiendo un respiro para muchos. ¿Cómo ha repercutido esto en los cultivos? Algunos, como las viñas o los olivos se han salvado, pero otros, como la fresa, peligran por la intensa humedad. Como siempre, el que un cultivo funcione mejor o peor acabará teniendo su efecto en el precio final en el supermercado. Si hay escasez habrá que importar y se encarecerá, y si todo funciona como debería los productos serán más baratos. 
    EFE
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    Los viñedos, de los más beneficiados

    La lluvia ha venido a salvar los meses de sequía que se vivieron en marzo y febrero. Los más beneficiados han sido los cultivos de secano, como los viñedos, que han visto su tierra empapada, paliando así las carencias que se sufrían desde que arrancó el año. 
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    Que el agua se absorba ha salvado a los olivares

    "Lo bueno de esta lluvia es que ha sido agua no violenta, al menos en la zona de levante", asegura Miguel Padilla, presidente del Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de Murcia. Así se evitan los destrozos de las plantaciones y a ello hay que sumar el suelo del levante, que ha sabido absorber las precipitaciones por lo que no se han producido demasiados charcos que puedan pudrir las raíces de los cultivos. 
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    El agua llega tarde para el trigo

    Hay para parte de los cereales que ya es demasiado tarde en general, como el trigo o la harina. Se suele plantar temprano, entre octubre y noviembre, y se recoge en verano. En esta época del año ya se debería haber desarrollado y las lluvias han llegado cuando las espigas son pequeñas y secas. 
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    Muchos cereales ya se habían perdido

    "Los cereales son los que en peor estado están por esta zona. Los daños son irrevocables. Hay algunas zonas en las que sí que se ha beneficiado al trigo porque le ha venido bien en la época de espigado, que es ahora, pero hay otras en las que se podría hablar de una pérdida del 50% o 60% de la cosecha. No vamos a llegar a los niveles del año pasado, que fueron muy buenos", comenta Ramón García, secretario provincial de Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos en Andalucía. 
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    Las hortalizas, salvadas porque las lluvias no han sido violentas

    En la zona de levante donde se cultivan las hortalizas, gran parte de ellas se han salvado. Como la lluvia no ha sido demasiado violenta, no ha ido acompañada de granizo por ejemplo, ha dejado el producto bastante intacto. Además, aquellas que son de regadío serán más baratas porque el agua natural reduce los costes de tener que regarlas. 
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    Los cítricos ya se habían recogido en el levante

    El balance de los cítricos, como las naranjas y los limones, que se plantan en el levante de la península es más o menos lo mismo. Las variedades más tardías ya se habían recogido. Por ejemplo, las mandarinas se recogen en noviembre y diciembre, por lo que la sequía de los primeros meses del año no les ha afectado tanto y la lluvia no ha tenido más que humedecer la tierra en la que volverán a florecer. 
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    Pastos más verdes para la ganadería

    Aunque no se trata de un cultivo, la ganadería se ha visto beneficiada con esta temporada de lluvias. El factor es muy simple: a más lluvia, más pasto. Paradójicamente, las zonas donde menos ha llovido esta Semana Santa han sido las de Galicia y Asturias, que al mismo tiempo es donde recae una parte importante de la ganadería. De todas formas, el clima en la región suele asegurar prados verdes.
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    Fresas y frutos rojos, perjudicados por la humedad

    "Especialmente en la zona de Huelva, los frutos rojos y las fresas son los más perjudicados. No tienen problema con el agua, sino con la humedad, son cultivos que no la quieren porque su mayor enemigo son los hongos. Al haber calor y humedad se propicia que se creen esos hongos", relata relata Ramón García, de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos en Andalucía. 
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    La manzana asturiana, como siempre

    "En Asturias, por lo general, ha sido positivo, aunque no ha caído demasiado lluvia. Los frutales en general, como la manzana, ha pillado a las plantas con flor y no ha hecho frío, por lo que no ha hecho daño y no ha habido heladas", dice Javier González, presidente del Consejo de la Producción Agraria Ecológica del Principado de Asturias.
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    Los frutales no han notado ningún problema

    El kiwi, al igual que la manzana y el resto de frutales en el norte de la península, ha salido muy beneficiado de las lluvias. Se encuentra en una época de brotes en la que el agua no daña y ayuda a florecer con más fuerza. Se recogerán el próximo otoño. 
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    El girasol, bien en el sur, mal en el centro

    Los cultivos del girasol han vivido partes positivas y negativas. En el sur de España, en la región de Andalucía, las lluvias han venido bien pero en el centro han llegado tarde. Esto se debe a que los cultivos llevan distintos ciclos según el clima de cada región. En el centro, además, la lluvia ha sido escasa. Aunque no es demasiado tarde, tendría que haber un mayo de mucha lluvia para que nazca bien y no críe moho y muera. 
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    La sensibilidad de la cebada, en clave positiva

    "Para la cebada ha sido muy positivo porque es un cultivo de invierno, que se siembra durante enero. En el invierno se desarrolla muy poco y lo hace cuando suben las temperaturas. La humedad va a hacer que crezcan muy deprisa, pero como las condiciones sean desfavorables en mayo se irán enseguida", dice Jesús Manuel González, de la Unión de Campesinos de Castilla y León. 
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    La lluvia abarata los costes de producción de la alfalfa

    En la zona de Castilla y León, donde se produce mucha alfalfa las lluvias han venido muy bien porque abaratan su coste de producción. Tanto al almacenarse el agua como al no necesitarla, justo después de las lluvias, este año va a ser más barato producirla. 
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    El maíz se mantiene como siempre

    El maíz por lo general seguirá su curso natural. Se suele sembrar a primeros de abril y principios de mayo y se recogen desde noviembre a abril, según el ciclo que sigan. Las lluvias han generado una buena tierra en la que plantar y en caso de que haya sequía en verano se pueden regar y salvar una parte importante de las plantaciones. 
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    La remolacha, con el margen del regadío

    La remolacha que, como la alfalfa, es de regadío, también ha sido beneficiada por la lluvia. Las intensas precipitaciones crean un margen por si en verano falta agua. Además, le habían caído algunas heladas en la zona de de Castilla y León y la lluvia ha ayudado a que suban las temperaturas. 
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    Las frutas de hueso, como los melocotones, perjudicadas en general

    Una de las peores partes del levante peninsular se la han llevado las frutas de hueso, como los melocotones o albaricoques. Se estaba recogiendo la parte más temprana. Al llover tanto durante unos días tan concentrados, la lluvia raja el producto y lo hace inservible para su venta, por lo que escasearán.