Se llama Beyoncé, tiene 32 años y entorna los ojos cuando le preguntan a qué partido va a votar en las próximas elecciones. “En realidad, ninguno se preocupa por nosotras”, resume. Por nosotras se refiere a las prostitutas. Porque las putas también votan, pero aún no saben a quién. Un colectivo con muchas reivindicaciones y ningún aliado político. Beyoncé trabaja en la calle y se siente, como el resto de compañeras, abandonada por izquierda y derecha, por abolicionistas y regulacionistas. Un buen puñado de votos sin dueño de un colectivo estimado entre 300.000 y 500.000 personas. Porque ni siquiera datos fidedignos se manejan.

Las putas también votan pero los políticos no hablan para ellas. Ninguno de los cinco principales partidos aborda en profundidad la cuestión del trabajo sexual en sus programas. Hay formaciones abolicionistas, como el PP o el PSOE. Cada uno con sus matices pero con un mismo fin: prohibir la prostitución. Luego está Ciudadanos, que es la única formación que aboga abiertamente por un sistema de regulación… con el que no están de acuerdo las prostitutas. Después está Podemos, que navega en la indefinición, con una batalla interna contra Izquierda Unida en este campo. Y los últimos en llegar han sido los de Vox, que ni siquiera saben qué opinan al respecto: “En nuestras 100 propuestas no llevábamos nada de eso”, se limita a explicar el responsable de comunicación del partido. El desinterés absoluto.

Sobre las prostitutas opinan en foros donde no son invitadas y se legisla en tribunas donde no les dejan entrar. Entretanto, el colectivo sigue desprotegido. El pasado viernes 5 falleció una trabajadora sexual rusa en el Raval (Barcelona) a causa de la paliza que le pegó su proxeneta. Más allá de cualquier consideración moral, se trata de mujeres sin derecho a baja laboral, a jubilación o a cualquier otro derecho básico ciudadano. Además del eterno estigma que soportan. Es el eslabón más débil y vulnerable de esta sociedad, pero sigue sin hueco en las agendas políticas.

“Deciden por nosotras”

Beyoncé es de Ecuador, lleva 18 años en España y ejerce la prostitución en Villaverde (Madrid). No tiene derecho a voto, lo que no significa que no vaya a votar. “Mi familia, mis amigos, mi gente que me piden consejo para el día de las elecciones”, aclara. Ahí estará su voto. No sólo está informada sobre política; llegó a formar parte de un círculo de Podemos, del que salió desengañada y sin ningún ánimo de volver.

Prostitutas en Madrid pidiendo más derechos laborales J. Mahn

Beyoncé es miembro de AFEMTRAS, una asociación feminista de trabajadoras sexuales surgida del seno de la ya en vías de extinción Hetaira. Y asegura que, aunque ningún partido cumple sus reivindicaciones, el modelo que buscan la prostitutas estaría a medio camino entre la regulación que propone Cs “pero no del modo que ellos lo plantean”, y las medidas que ha tomado el PSOE “que ha anunciado que dejará de multar a los clientes, que esa ha sido la mayor forma de hostigamiento contra las prostitutas que han cometido en los últimos tiempos”. A pesar de eso, deja claro que “ningún partido se acerca a nuestras reivindicaciones y necesidades. Siguen decidiendo, pero de espaldas a nosotras”.

PP, abolicionismo sin ambages

El Partido Popular y el PSOE son abiertamente abolicionistas. Persiguen acabar con la prostitución y para ello proponen medidas como las adoptadas en países como Suecia, donde se multa al cliente que compra sexo y a la mujer que lo ofrece. Lo que transmiten estos partidos es que en esas naciones han conseguido reducir el número de mujeres que se prostituyen. En el sector del trabajo sexual, a esa afirmación se conoce como ‘la mentira sueca’ y la rechazan. “No sólo no ha bajado. Es que ha dejado a las mujeres que ejercen en una situación de mayor vulnerabilidad. Si un cliente le hace algo, ella no puede ir a la policía porque sabe que está prohibida”, desarrolla Nacho Pardo, de la asociación CATS (Comité de Apoyo a las Trabajadoras del Sexo) de Murcia.

El PP fue el partido más crítico, el pasado mes de diciembre, con la polémica aprobación del sindicato del sexo. Los populares lamentaron la despenalización de la prostitución que aprobaron los socialistas en 1995, rechazaron cualquier tipo de regulación diciendo que "el Estado no puede regular el alquiler del cuerpo de las mujeres por horas", apuntaron que “el 90% de las prostitutas en España lo hacen contra su voluntad” y recordaron que "ninguna mujer que ejerce la prostitución desea el ejercicio de esta actividad para sus hijas".

Beyoncé en una de las manifestaciones por los derechos laborales

Beyoncé, que se define como prostituta libre e independiente, estalla contra los planteamientos abolicionistas: “Hablan por nosotras, dan por hecho que lo hacemos contra nuestra voluntad y que nos sentimos sucias y manoseadas. Pero dicen eso porque esa es su mentalidad y proyectan así sus prejuicios; a nosotras ni nos preguntan. Alimentan la película que se montan con barbaridades y datos ficticios, no te puedes creer nada de lo que dicen. Que cada día tenemos que atender entre 30 o 40 pollas. ¿Tú sabes lo que es eso? ¿Cómo se puede ser tan ignorante? Imagínate que me hago 40 pollas al día, que las cobre a 10 euros, que no es el caso. ¿Tú crees que yo estaría hablando de precariedad cobrando ese dinero? Ojalá 40 pollas al día. Ojalá”.

PSOE, abolicionista laxo

La postura del PSOE también es abolicionista, pero ha abierto un rayo de esperanza a prostitutas que, como Beyoncé, ejercen en la calle: Los socialistas trabajan en una ley integral contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual que podrá énfasis en evitar la publicidad de servicios de sexo, pero esta vez no incluye sanciones a la demanda y compra de prostitución, que sí llevaba en su programa de 2016. “La despenalización es nuestra principal reivindicación. Si multas al cliente nos hostigas a nosotras. Alejas al cliente bueno y sólo llega el malo. Nos obligas a buscar otros canales para ponernos en contacto y nos dejas desprotegidas. Si no se persigue al cliente es bueno. Tal vez, en este escenario de invisibilidad en los programas electorales en el que estamos, este punto haría decantar mi voto”, concluye Beyoncé.

“La regularización no la querrán, pero yo tengo bastantes clientes de esos dos partidos” cuenta entre bromas Nerea, una prostituta gijonesa de 20 años que ejerce como independiente en el Eixample de Barcelona y tiene la opción de votar por primera vez. “No creo que vote, porque a mí me parecen todos iguales”. Lleva cerca de un año ejerciendo y no piensa dejarlo de momento. “Gano bastante bien, pero me gustaría pagar un autónomo y tener mis derechos laborales. Saldríamos ganando nosotras y el resto, por lo que recaudarían”, concluye. Una propuesta próxima a lo que propone Ciudadanos.

Ciudadanos, la regulación que no convence

Cs es el único partido que habla abiertamente de la regulación. Su postura, como partido liberal, pasa por eliminar la trata y regular la situación laboral de las personas (hombres y mujeres) que opten voluntariamente por ejercer la prostitución. “Los casos que no sean delito hay que pedirles obligaciones y garantizar derechos”; defiende Albert Rivera, que llegó a plantear que la prostitución podría ser una de las principales industrias del país y podría dejar 6.000 millones de euros a las arcas públicas.

Nerea es de Gijón, ejerce en Barcelona, tiene 20 años y la posibilidad de votar por primera vez.

Pero no todo es de color de rosa en esa propuesta. Al menos para las trabajadoras sexuales: “El planteamiento de ese partido sólo contempla los beneficios del empresario. Obligarían a las trabajadoras a pagar altas cantidades de dinero por hacer su trabajo y ellos se seguirían lucrando. O habría registros de prostitutas, que en España son ilegales desde mediados del siglo pasado”, resume Nacho Pardo de CATS.

En similares términos lo interpreta Beyoncé, que tampoco lo considera el escenario ideal. Cree que “aunque sería, sobre el papel, la propuesta que más se acercaría a lo que pedimos, sería apostar por los empresarios y no por las trabajadores. Despenalizaría el sector, pero las desigualdades no se resolverían”. Nerea, en cambio, no lo ve mal: “Creo que estaríamos mejor que ahora. Todo lo que sea mejorar...”

Podemos, indefinición y desilusión

Podemos en este asunto navega en la indefinición, como en muchos otros ámbitos. Hay sectores que defienden el impulso de derechos laborales para las trabajadoras sexuales. Es lo que en CATS llaman “Tercera Vía, ni abolicionismo ni regulacionismo, que es algo que sólo está defendiendo como tal el sindicato CGT”.

Pero en el seno del partido también hay corrientes contrarias, profundamente abolicionistas. “En Podemos son abolicionistas con careta”, resume Beyoncé, que puso todas sus esperanzas en el partido morado: “Al principio participe en un círculo de Podemos porque parecía que era el partido que iba a pelear por la dignidad de los trabajadores, de los más desfavorecidos, de los precarios. Las prostitutas de calle… ¿hay algo más precario?” se pregunta.

Su gozo en un pozo: “Me largué de allí porque estaba sometida a un acoso y derribo. En cuanto se enteraron de que había trabajadoras sexuales allí empezaron a hacer una ‘caza contra la infiltrada’. El feminismo transversal que proponen, no feminismo inclusivo, nos deja totalmente fuera de su discurso. Fuimos abucheadas en la marcha del 8-M y hacen su discurso con la careta puesta, pero no nos toman en cuenta”, concluye. Por si fuese poco, Unidas Podemos confluye con Izquierda Unida, con una política totalmente abolicionista en este aspecto.

Vox, la relación imposible

Vox no sabe/no contesta. El problema no va con ellos, o eso se destila de la ausencia absoluta de propuestas relacionadas con el sector. “En las 100 medidas no llevamos nada sobre ese tema”, resumen desde su departamento de Comunicación. Tan lejano como la deforestación del Amazonas.

Prostitutas rumanas en el Raval de Barcelona

No obstante, ni sindicatos, ni asociaciones, ni las propias prostitutas confían en que vaya a salir una propuesta beneficiosa para las trabajadoras sexuales. “Estos no quieren ni nombrarnos. Son un partido de extrema derecha, ultracatólico, xenófobo… Hay que pensar que la gran mayoría de mujeres que ejercen la prostitución en España son migrantes. No tiene buena pinta”, sintetiza Beyoncé de AFEMTRAS.

Nacho Pardo, de AFEMTRAS, comparte que este olvido no es involuntario: “No tendrán ni pizca de ganas de hablar del tema”, y se lo toma con humor: “Igual si le pones una pistola a cada prostituta, es una buena forma de empezar con la comunicación”.

El extraño caso de las CUP

Las CUP no juegan el partido electoral del 28 de abril, pero su postura es interesante en cuanto se trata del único partido de España que ha contado con prostitutas para confeccionar sus listas. No sólo eso; llegaron a tener a la primera trabajadora sexual que llegó a la política municipal. Fue Paula Ezquerra, que llegó a ser concejal de distrito en Ciutat Vella (Barcelona).

Por otro lado, son la única formación que ha demostrado estar realmente concienciada con la problemática cotidiana de las prostitutas. El año pasado ocuparon un piso abandonado en la calle Robadors del Raval de Barcelona para acondicionarlo y que las meretrices de la calle pudiesen desarrollar allí su trabajo con seguridad y sin ser saqueadas por los propietarios que les alquilan habitaciones por horas en el barrio. Aquel proyecto no llegó a concretarse, pero aquel primer paso se dio y demostró el compromiso del partido con las trabajadoras sexuales más precarias.

Conclusiones

No hay una propuesta electoral ideal para las trabajadoras sexuales el próximo 28 de abril, aunque su escenario ideal oscila entre la regularización que propone Cs, la despenalización de clientes del PSOE y la implicación de las CUP.

Las principales reivindicaciones siguen siendo “la despenalización y descriminalización de nuestro trabajo. Hay que eliminar la trata, dotarnos de unas condiciones laborales dignas y dejar que las que hemos decidido nuestra ocupación voluntariamente la desarrollemos con la máxima seguridad, como cualquier trabajador pide que sea su puesto de trabajo”, señala Beyoncé, que ve “la necesidad de convenios que recojan tanto a prostitutas como a actrices porno, webcammers, trabajadoras de líneas eróticas, etc. Es mucha gente desamparada laboralmente”.

Manifestación para reivindicar derechos laborales para las trabajadoras sexuales J. Mahn

Ahora, además de los obstáculos a derecha e izquierda, les ha salido otro escollo dentro de las propias mujeres. “Este feminismo nos está haciendo mucho daño. Dice de nosotras Lidia Falcón (fundadora del Partido Feminista) que somos voceras que salimos a manifestarnos en defensa de nuestros explotadores, que somos cómplices de las mafias y los puteros. No nos ven como mujeres, no les interesa lo que tengamos que decir. Nos quieren fuera de ese discurso que les está permitiendo lucrarse. No les preocupamos”, lamenta Beyoncé,

Esta prostituta de Villaverde confiesa que lo que menos soporta es “la condescendencia con la que me hablan estas feministas. Dicen que los hombres me están maltratando y que vienen a salvarme. Más me maltratas tú con tu falta de empatía hacia mí. Yo he decidido libremente qué quiero hacer y sé mantener a raya a un cliente, que está mucho más nervioso que yo cuando me meto con él en el coche. No necesito que vengas a salvarme de nada. Lo que quiero son derechos y que nadie me criminalice”; concluye.

No hay mucha esperanza en el sector. Se han mantenido reuniones con muchos partidos y se volverán a mantener. Pero, tal y como adelantan desde CATS, “pasará lo de siempre: en las reuniones serán todo sonrisas y buenas caras, pero no se alcanzará ni un solo acuerdo y las acciones políticas serán contrarias a lo que dijeron. De las putas todo el mundo habla, pero nadie las escucha”. Las putas también votan, pero parece que a nadie le interesa su voto.