A Coruña despide a uno de sus ídolos: "Arsenio Iglesias nos hizo del Deportivo"
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Desde que se conoció la noticia del fallecimiento de Arsenio Iglesias, entrenador y artífice del Superdepor, la ciudad ha comenzado a rendirle homenaje. A primera hora de la tarde comenzaban a llegar las primeras muestras de cariño a su busto situado en Riazor. El estadio en el que tantas victorias (y alguna derrota que supo llevar con ejemplo) celebró también se llenó de aficionados que esperan poder darle una última despedida en su campo de juego.
Eugenia es socia del club desde hace 2 años, aunque "deportivista de toda la vida", y Diana es socia desde hace más de 15. Ellas lo tienen claro, "Arsenio nos hizo del Dépor, nos sacó del pozo como club y nos mostró al mundo". Juntas se acercaron al estadio con un ramo de flores con la idea de poder despedirse de una de las personas más queridas de la ciudad y dejar su homenaje en la capilla ardiente, que finalmente se abrirá al final de la tarde del viernes.
Eugenia y Diana recordaban entre risas los mejores momentos del entrenador, sus míticas frases. También pedían un homenaje a la altura de su figura: "Recordamos cuando se fue solito a su coche en su despedida, porque en este club tenemos la manía de no dejar ir a los grandes por donde tienen que ir, por la puerta grande, y Arsenio merecía mucho más".
Un hombre "calmado, muy gallego y buena persona"
Inocencio es socio del Deportivo desde hace 40 años. Es Asturiano, pero lleva desde los años 70 viviendo en la ciudad. Era el librero en la Ainhoa Federico Tapia y allí pudo conocer a Arsenio Iglesias, con el que muestra una foto orgulloso. "Arsenio venía algunas veces y su mujer también tenía una librería. En una ocasión, antes de ser entrenador, estuvimos haciendo cola juntos en una distribuidora de libros de texto, para las librerías", recuerda.
Para Inocencio el fallecimiento era una noticia "esperada" por su edad avanzada y al conocer lo ocurrido decidió acercarse al busto, cubierto ya de algunas flores, para hacer una foto y enviársela a sus conocidos. "Soy un gran promotor del Camino de Santiago, tengo amigos por todo el mundo que conocen el Superdepor, así que les iba a enviar la información", cuenta.
Al entrenador lo define como un hombre "calmado, muy gallego y buena persona". Además, señala la "buena combinación" que fue tener a Iglesias como entrenador y a Lendoiro como presidente para conquistar todos aquellos títulos. Uno de los momentos que han pasado a la historia es el penalti de Djukic que dejó al Deportivo sin título de liga: "Yo ese día iba a venir al estado, pero me quedé en la librería y vinieron mi mujer y mis hijas". Una derrota que no hizo que Inocencio perdiera la ilusión por su equipo, del que sigue siendo un fiel socio que ahora despide a todo un ídolo.
