Antonio López de Calle, guarda mayor de la Casa de Juntas de Guernica, tenía 77 años cuando en julio de 1893 Sabino Arana empezó a cargar contra él. Fue esta, de entre las varias campañas de acoso contra personas concretas emprendidas en la prensa por el fundador del PNV, probablemente la que mejor revela la ignorancia y la miseria moral de su promotor, su obsesión enfermiza por el apellidismo y, en fin, una concepción patrimonialista de lo vasco que hoy siguen practicando con fruición sus herederos.

Sabino Arana empezó acusando a Antonio López de Calle de algo tan subjetivo como que dispensaba un trato desigual a los visitantes de la Casa de Juntas: "La distinción que hay no es de curiosos y no curiosos, sino la que hace el señor López de personas distinguidas y visitantes vulgares. Lo cual está muy lejos de ser bizkaino: porque aquí en Bizkaya las mismas prerrogativas que al más ilustre varón le corresponden al labriego más sencillo e ignorante. Pero no es que me extrañe se proceda con esta arbitraria desigualdad: porque a tanta falta de sentido verdaderamente democrático hemos llegado los bizkainos gracias, por una parte, a la seudo-democracia liberal y, por otra, al servilismo español, y porque el señor López, siendo como es hijo de burgalés es posible no entienda de igualdad bizkaina".

Antonio López de Calle falleció medio año después, en diciembre de 1893, pero Sabino Arana siguió cebándose con él ocho meses después de muerto, a propósito del nombramiento de su sucesor como guarda mayor de la Casa de Juntas: "¿Es cierto que la guarda y custodia del Templo de nuestras Leyes y del Árbol bendito que simboliza nuestra independencia e instituciones se le han encomendado a un maketo? Sabemos que una pequeña parte del sueldo que cobraba el anterior guarda constituye el del actual: ¿puede decírsenos donde anda el resto?".

En el mismo número de su periódico Bizkaitarra donde escribía esto, anotó a pie de página: "Como no esperamos nos conteste nadie a estas preguntas, nosotros mismos nos encargaremos de dar las respuestas en el próximo número".

López de Calle fue uno de los padres del concierto económico, la joya de la corona de la autonomía vasca actual

Como era habitual en él, nunca lo hizo. Pero aun así tuvo espacio para añadir, sobre quien había sido el anterior guarda mayor de la Casa de Juntas de Guernica: "Lo fue D. Antonio López de Calle, ya difunto, oriundo también de Burgos (España) y que, según tenemos entendido, percibía de la Diputación una respetable retribución por su cargo, a pesar de aparecer a los ojos de todos ejerciéndolo gratuitamente y de decirse habérsele conferido en atención a que era Padre de Provincia. Si fue por esto, uno de los que más títulos tienen hoy para desempeñar ese cargo de custodiar al Árbol Santo es D. Emilio Castelar, que es también Padre de Provincia. Ciertamente, no le falta todo a la Bizkaya de hoy para parecer engendrada por maketos".

¿Sabía el fundador del PNV quién era Antonio López de Calle? Estamos ante un personaje clave de la política vizcaína del siglo XIX, liberal moderado y, por lo tanto, fuerista, alcalde de Guernica, apoderado en Juntas en diez ocasiones, síndico desde 1848, diputado general de turno en 1862, diputado general al año siguiente y padre de provincia desde su cese en 1864, que es cuando le nombran archivero-conservador o guarda mayor de la Casa de Juntas, cargo que compatibilizó con el de vicepresidente de la Junta de Caridad de Guernica.

Tras la abolición foral de 1876 es nombrado de nuevo diputado provincial y desde 1878 vicepresidente de la Diputación, miembro de la comisión negociadora del primer concierto económico y mano derecha del diputado general de entonces, Manuel María de Gortázar y Munibe.

Antonio López de Calle fue, en definitiva, uno de los padres del concierto económico, la joya de la corona de la autonomía vasca actual, que ahora el lehendakari Urkullu, en un alarde de creatividad política, quiere convertir en concierto político o, como él mismo dice, en un nuevo estatus político para Euskadi.

¿Y era maqueto Antonio López de Calle, como creía Sabino Arana? El Diccionario Biográfico de Vizcaya nos dice que tuvo por nombre completo Antonio López de Calle Malax-Echevarría, nacido en Guernica en 1816 y fallecido en la misma localidad el 14 de diciembre de 1893.

No se recuerda a Gonzalo Moro para no tener que reconocer el origen castellano de la Casa de Juntas de Guernica

Hijo de José María López de Calle, natural de Poza (Burgos), boticario, y de María Josefa Malax-Echevarría, natural de Aulestia, entonces municipio de Murélaga, ambos vecinos de Guernica.

Sus abuelos paternos eran Martín López de Calle, natural de Salvatierra (Álava), y María Clara Castillo, natural de Poza, vecinos de Orduña. Los abuelos maternos eran Miguel Malax-Echevarría, de Murélaga, y Josefa Soloaga, de Marquina, y vecinos de Murélaga. Antonio López de Calle vivía en Guernica con su mujer y sus dos hijos, Nieves y Luis, este último capitán jefe de forales de Vizcaya.

Y, por último, ¿es que solo pueden cuidar la Casa de Juntas de Guernica los vascos pata negra como pretendía Sabino Arana? Pues resulta que la actual sede de las Juntas Generales de Vizcaya, en la que José Antonio Aguirre empezó la tradición de jurar la toma de posesión de los lehendakaris, no se entendería sin la figura del primer corregidor de Vizcaya, don Gonzalo Moro, enviado por el rey de Castilla Enrique III para resolver las luchas de banderizos.

Gonzalo Moro fue el propietario de la primitiva iglesia juradera de Santa María la Antigua de Guernica, donde fue enterrado en 1427, y sobre cuyos restos se construyó a partir de 1826 la edificación actual. Claro que nadie hasta hoy se ha preocupado de localizar y señalizar su tumba. ¿Para qué?, ¿para tener que poner en una lápida "aquí yace Gonzalo Moro, corregidor de Vizcaya" y reconocer así el origen castellano de la Casa de Juntas?

Con el cuento de que discriminaba a la gente por su nivel social, Sabino Arana maltrató sin piedad a Antonio López de Calle, un venerable prócer de la política vizcaína. Y hasta le acusó sin pruebas, después de muerto, porque se habría quedado con dinero público. Y todo porque su nombre le parecía maqueto y no podía soportar que alguien de esa condición cuidara la Casa de Juntas de Guernica. Así era y así se las gastaba el personaje que fundó el PNV hace 125 años.

*** Pedró José Chacón Delgado es profesor de Historia del Pensamiento Político en la UPV-EHU.